Después de 11 años y millones de suplicas y rencores de fanáticos a las tacleadas por ver a la NFL algo más cerca de casa, la NFL volvió a tocar tierra en México. Los actores de ésta histórica edición de Monday Night Football fuera de territorio estadounidense fueron equipos que no son históricamente ganadores en estos tiempos actuales, un viejo consentido de la afición mexicana, los Raiders de Oakland y una franquicia de poco arrastre, los Texanos de Houston. Ambos equipos llegaron a tierras aztecas con la clara misión de quitarle el aliento a los miles de fanáticos mexicanos al fútbol americano.

Toda una gran experiencia resultó el evento, pues desde las inmediaciones del Coloso de Santa Úrsula se respiraba ese peculiar ambiente, único e inigualable de quienes estábamos a minutos de vivir nuestro primer juego oficial de NFL, una emoción difícil de describir.

El ingreso al Estadio Azteca resultó ser realmente anormal, un fuerte dispositivo de seguridad montado en todos los alrededores permitía el paso únicamente a todo aquel que ostentaba el tan valioso boleto de ingreso al inmueble, gran medida que derivó en un ingreso ágil y sin contratiempos. Todo estaba listo, el momento del salto de los equipos al terreno de juego resultó en la primera gran silbatina para el visitante no sólo en lo administrativo, sino en lo práctico, los Texanos de Houston, para una posterior ovación ensordecedora para los locales, los Raiders de Oakland.

Foto de Erick Salinas
Foto de Erick Salinas

Momento de los himnos, en lo personal confieso haber sentido algo de temor por la reacción de mis compatriotas al ver desplegadas las barras y las estrellas a lo largo y ancho del sagrado césped del estadio Azteca, para mi sorpresa, el civismo imperó y se guardó un absoluto silencio, mismo que se rompió al ver el cambio en las pancartas de los chicos en el campo que dejó ver la bandera mexicana, lo que daría paso a la interpretación de las notas del himno nacional mexicano. Increíble momento, lleno de pirotecnia y emoción desbordada en las graderías.

Foto de Erick Salinas
Foto de Erick Salinas

A segundos del tan esperado kickoff y con las notas de “Welcome to the Jungle” antecediendo el histórico momento, el estadio azteca explotó, los decíbeles se fueron a lo mas alto, realmente ensordecedor. He sido participe de muchos grandiosos momentos en juegos de futbol soccer dentro del inmueble, y he de hacerles saber que en mi apreciación éste momento supera sin duda a cualquier otro estallido del estadio azteca que me haya tocado vivir.

Increíble la planificación y despliegue tecnológico dentro del inmueble, pantallas colocadas a lo largo y ancho del estadio nos hacían sentir como en un estadio NFL, “Hagan ruido – Get Loud” era la constante en todas las pantallas cada que los Texanos estaban a la ofensiva, por el contrario, “Silencio Ofensiva Trabajando” en las pantallas hacía silenciar en automático a las miles de almas en el azteca cada que los Raiders tomaban el ovoide.

Mucho se ha hablado del comportamiento de la afición en el graderío, del lamentable suceso del rayo láser, el mosaico mal aprovechado que terminó en un anuncio de patrocinadores que a la postre se convirtió en cientos de avioncitos volando al terreno de juego y del famosísimo grito de “Puto” surgido de los juegos de fútbol. A mi parecer esto opaco un poco el evento, todo el buen comportamiento en el himno de los Estados Unidos vino a menos con éstas malas acciones de algunos cuantos, sin embargo lo cierto es que muy a pesar de éstos puntos negativos, la NFL se va de México con una sonrisa enorme y una maleta llena de billetes. El rayo láser, los jets de papel y los gritos en la tribuna se vieron infinitamente opacados por el espectacular lleno, la majestuosidad del inmueble y el derroche económico que éste primer Lunes por la Noche fuera de territorio estadounidense representó, esa es la realidad.

Foto de Erick Salinas
Foto de Erick Salinas

Importante mencionar algunos aspectos como los siguientes: de miedo el costo de las localidades, de espanto el costo de los souvenir y de terror el costo de un lugar de estacionamiento, todo esto no fue obstáculo para que éste Monday Night Football sobrepasara las expectativas de la liga. El aficionado al deporte en México es la personificación de la nobleza, aguanta estoico ante cualquier abuso; la NFL, los patrocinadores y los dueños del estadio lo sabían, así que todos éstos obstáculos calculados no serían en absoluto un impedimento para redondear un evento exitoso.

Mención importante a todos aquellos que asistimos al evento sin ser fanático a ninguno de los equipos contendientes, fue muy interesante y hasta cierto punto gracioso ver una rara mezcla de Bills, Delfines, Vaqueros, Patriotas, Gigantes, etc, compartiendo, brindando y disfrutando en la tribuna éste gran espectáculo, algo que en lo particular jamás me había tocado vivir.

whatsapp-image-2016-11-21-at-23-32-55-2
Carr en zona roja – Foto de Erick Salinas

Increíble y ensordecedor el grito al unísono en el estadio azteca atiborrado una y otra vez: “Let´s go Raiders, let´s go Raiders”, no cabe duda que la pasión por el deporte no conoce de idiomas, aún sigo impactado por el arrastre que tienen los Malosos en México, algo que realmente no esperaba.

Así fue a grandes rasgos como se vivió éste Monday Night Football en México, el resultado fue lo de menos, estoy seguro que todo aquel fanático que estuvo el lunes en el azteca salió mas que satisfecho por el espectáculo que presenció, también pienso que el tan mencionado mal comportamiento de la afición (rayo láser) no será motivo suficiente para que la NFL no vuelva a pisar suelo azteca y llenar nuevamente de adrenalina a todos los que gustamos de éste fantástico deporte.

Una gran experiencia la que vivimos, afectuosos saludos a todos desde México.

Erick Salinas
Twitter: @salinasm55

About Author

Comments

comments