Nadie imaginaba a estas alturas del año pasado que Detroit sería un de los 12 equipos que estaría jugando en enero. Lo mismo ocurre ahora, pocos, por no decir ninguno, son los que apuestan a que los Lions vuelvan a dar la campanada y accedan a la postemporada, más si tenemos en cuenta que están dentro de una división que parece tener un claro dueño en los Packers y a un real pretendiente en los Vikings.

¿Pero cuál es la razón para no dar un voto de confianza a los de Motor Town? Se han clasificado a playoffs en dos de las tres temporadas bajo el mando de Jim Caldwell, la plantilla, como veremos a continuación, ha mejorado respecto a su antecesora, y el gran baluarte del equipo, Matthew Stafford, parece que por fin se ha convertido en el quarterback que todos esperaban cuando llegó del college football. A simple vista parece que Detroit tiene los suficientes fundamentos como para demostrar que lo ocurrido en la última temporada no fue mera casualidad y que están en condiciones de dar un paso más.

Stafford bajo la mirada de Caldwell, vía iTalk

El “problema” para ellos de cara a convencer al crítico o aficionado es que la mayor parte de sus victorias en 2016 llegaron de forma agónica, con remontadas cuando el tiempo expiraba y en ocasiones, a partir de errores del contrario. Además, se aprovecharon de una irregularidad inesperada tanto en Vikings como Packers, y aunque al final estos últimos les arrebataron el título de la NFC Norte, el colchón con el que se hicieron en el ecuador de la competición les permitió rescatar una plaza de Wildcard a pesar incluso de encadenar tres derrotas para cerrar la Regular Season.

Es evidente que la cruz el año pasado fue la defensa, sobretodo el front seven, muy blando e inocente a la hora tanto de atacar el pocket como de parar la carrera. Esto provocó que la secundaria, la cual opino que no jugó tan mal como los números nos hacen ver, se viniera también abajo a la hora de la verdad. Por ello durante la offseason los esfuerzos de la gerencia se han concentrado en tratar de solventar gran parte de las carencias que mostró el equipo en esta parte del campo, aunque desde mi punto de vista se han quedado algo cortos.

Ansah tras conseguir un sack, vía USA Today

Que los Lions consiguieran un sack era casi noticia de primera plana, fueron los penúltimos en esta clasificación con 26 y superando solo en uno a los Raiders. Ezekiel Ansah decepcionó una barbaridad anotándose únicamente 2 capturas sobre el mariscal rival, cierto que arrastró problemas físicos durante todo el año y que las líneas ofensivas centraban casi todos sus esfuerzos en detenerle a él, pero no me parecen razones suficientes como para justificar un aporte tan paupérrimo. El inconveniente es que la línea será prácticamente la misma, Ansah estará acompañado de nuevo por Haloti Ngata y A’Shawn Robinson en los tackles, y por Cornelius Washington en el otro end, jugador procedente de Chicago pero que tampoco tiene una gran habilidad a la hora de atacar al quarterback. Al final tiene pinta que los resultados dependerán de la imagen que veamos de Ansah, si es el de 2015 los Lions estarán de enhorabuena, si es el de 2016 ya se pueden poner a rezar.

En la unidad de linebackers nos encontramos con la figura que más ilusión genera en los aficionados de Detroit. Se trata de Jarrad Davis, elección global número 21 del draft de este año y en el que hay puestas grandes esperanzas. Davis es un gran lector del juego, tiene el físico perfecto para dominar la posición de MLB y el equipo está trabajando no solo para que aporte desde el día uno, sino para que se convierta en ese líder con el que no contaba la defensa hasta el día de hoy. He de decir que si bien es un gran prospecto, no entendí que los Lions le eligieran a él y dejaran pasar a Reuben Foster, por muchas dudas que hubiera respecto a su físico, puesto que Davis también ha sufrido lesiones importantes en la NCAA.

Davis en un entrenamiento con los Lions, vía 247 Sports

La secundaria es sin lugar a dudas el punto más fuerte de la defensiva. Como ya he dicho, el año pasado me dejaron una impresión positiva y además se han reforzado con dos jugadores que hacen que esta unidad sea aún más fuerte. Se trata de DJ Hayden, agente libre que llega desde Raiders, y Teez Tabor, su segunda ronda del última draft. Ambos se unirán a una ya sólida pareja como son Darius Slay y Nevin Lawson, solo falta por ver como se distribuirán todas las piezas. Los safeties también están bien cubiertos con Tavon Wilson y sobretodo con Glover Quin, para completar así una secundaria muy potente.

Turno para el ataque, el verdadero culpable, siempre de la mano de Stafford, del buen hacer del equipo en 2016. El quarterback tuvo simplemente su mejor temporada como profesional, y casualidad o no, esta llegó con Calvin Johnson ya retirado de los emparrillados. Hasta ahora habíamos visto a un Stafford muy irregular, más preocupado casi de los números que de hacer funcionar la ofensiva, apático a la hora de leer las defensas y centrado únicamente en lanzar melones a Megatron para que este los bajara. Todo eso cambió la temporada pasada y la única duda es averiguar si fue un hecho aislado o simplemente el jugador ha madurado y está acercándose a su prime.

Para ser justo, debo nombrar a la persona que ha redirigido la carrera del mariscal. Se trata del coordinador ofensivo Jim Bob Cooter, el responsable de trazar un sistema en el que Stafford no tiene por qué forzar situaciones y de facilitarle la vida en cada snap a partir de una West Coast Offense que funciona a las mil maravillas. Y ello sin contar con un supporting cast de campanillas, en el que no hay ninguna estrella pero que todos y cada uno de sus integrantes se complementan a las mil maravillas.

Los dos receptores principales son Golden Tate y Marvin Jones, jugadores a mi juicio infravalorados y que demuestran su valía partido a partido. Como punto negativo de esta unidad encontramos el no reemplazo de Anquan Boldin, el veterano abandonó la organización después de una temporada y continúa siendo agente libre. Cierto que se han hecho con los servicios de otros wide receivers como Jared Abbrederis (FA) y Kenny Golladay (draft), pero ambos se me antojan insuficientes para reemplazar a Boldin.

Abdullah durante un encuentro, vía ESPN

Respecto al backfield la situación no ha cambiado ni un ápice. Continúa el mismo comité con Ameer Abdullah a la cabeza, del que se espera que por fin cumpla con las expectativas creadas cuando se le drafteó hace dos años. Una lesión le dejó en el dique seco la última campaña pero llega en plenas condiciones al kickoff y en el equipo creen que de verdad puede ser un running back dominante, más si tenemos en cuenta la gran línea ofensiva que tendrá delante para abrirle espacios.

La OL perdió a los dos integrantes del lado derecho pero como contraposición se hicieron con los servicios de otros dos jugadores que para mi gusto mejoran lo anterior. Se trata de TJ Lang y Ricky Wagner, que sumados al center Travis Swanson hacen de ese lado un bloque muy compacto. La mala noticia es que en el lado izquierdo estaban igual o mejor cubiertos hasta que llegó la lesión de Taylor Decker hace apenas unas semanas. El left tackle pasó por quirófano y de momento no hay una fecha exacta para su regreso, aunque en la franquicia son optimistas y según han informado se le espera más pronto que tarde. Hasta entonces han fichado como reemplazo a Greg Robinson, un auténtico bust, ya que se trata de un pick número dos que jamás ha alcanzado un nivel ni tan siquiera aceptable.

En cualquier caso, me atrevo a decir que todo va a depender de la versión que veamos de Stafford. Teniendo en cuenta que la defensa debe ir para arriba, será el ataque el que marque de qué pasta están hechos estos Lions. Si lo que ofreció hace unos meses Stafford fue un espejismo, los fans de Detroit pueden ir olvidándose de tener una buena temporada, pero si por el contrario, el quarterback se reafirma y ofrece el mismo o incluso un mejor rendimiento, el equipo tendrá una chance importante de clasificar a postemporada. Stafford está ante su gran reválida, le ha llegado la hora de demostrar si quiere estar o no en la verdadera élite de la liga.

Por Stéfano Prieto

@Stefano_USA

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