Confieso que nunca he sido un gran seguidor del Draft. De hecho, me entretiene más la agencia libre. Quizás sea porque no sigo en detalle el College o porque no me da el tiempo para tener referencias de potenciales 300 jugadores que serían elegidos. Es más, cuando veo las selecciones, más allá de los nombres me fijo en las posiciones, de acuerdo a como anduvieron los equipos el año previo y sus necesidades para el siguiente torneo.

En todo caso, la parafernalia que rodea al Draft sirve para entender porqué la NFL es la liga deportiva # 1 de Norteamérica (¿y quizás en todo el mundo?). Hay que detenerse un poquito y pensar: horas y horas de estudios, análisis, mocks, debates en torno a jugadores que a priori podrían destacar en la liga. Eso sí, el espectáculo que hubo en Cleveland era maravilloso. Gente por todos lados, todos alegres, expresivos (Goodell incluido). Hasta con música en vivo. Un mundo aparte, en comparación a la miseria chilena de estos días.

En la transmisión del jueves pasado (NFL Chile & Bills Universo), Rodrigo Eyzaguirre dijo algo simple pero certero: muy importantes serán los linieros ofensivos, pero son los mariscales los que le dan la salsa al asunto. La pura verdad. Todo el hype que había en la previa era por los cinco mariscales mejor rankeados. Todos se fueron elegidos en la primera vuelta, tres de ellos ocuparon las tres primeras selecciones. Lawrence a Jax, Wilson a los Jets, Lance a SF. Después, se fueron Fields (Chicago, 11°) y Jones (Pats, 15°). Heavy escuchar los análisis durante y después. Efectos de nuestra época de sobre información.

Lo mejor de la primera noche del Draft fueron los cambios de posición y como alteraron el proceso. Los Eagles cambiaron su 12° con los Cowboys que tenían la 10°, todo para anticiparse a los Giants. Al parecer, el tankeo televisado de Philly tuvo sentido. Su selección de primera vuelta fue Devonta Smith, uno de los mejores receptores de esta generación. Aún recuerdo sus mega atrapadas en la última final de college. Y al rato después, los Giants cedieron su 11° lugar a los Bears que tenían la 20°. Chicago eligió a Justin Fields. Recuerdo algunas buenas performances que hizo el año pasado en Ohio State. “Chicago por fin encontró su mariscal”. Sorry nenes, pero esa frase la habré escuchado por lo menos cinco veces en los últimos 20 años.

Echándole un vistazo general a todas las rondas, las posiciones predilectas son QB, receptor, tackle ofensivo, edge, defensive end y corner. Algo lógico mirando el football moderno. Por una parte, agarrar alguien que tire buenos pases, uno que agarre los pases y otro que cuide al “corebak”. Por otro, cabros rápidos que ataquen al pasador y algún esquinero apto para cubrir a buenos receptores. En tiempos de pases, se enfatizan más los pases en las selecciones de talentos. Lo obvio.

En la sección “qué viejo me estoy poniendo”: en este Draft, aparecieron Jaycee Horn, hijo de Joe – otrora receptor de los Saints, Pat Surtain II – yo vi jugar a su padre de igual nombre en los Fins y Asante Samuel Jr – yo vi al padre que se llama igual ganar campeonatos con los Patriots.

Otra sección: “pero mira esa weá, hermano!”. En la quinta vuelta, los Bengals eligieron un pateador (…) y los Ravens eligieron un fullback (igual entendible, si puro que corren). En la sexta, se fueron dos long snappers (!!!). Los Panthers y los WFT escogieron así. Supongo que querrán ganar con puros field goals (…). Y en la séptima, los Steelers pescaron a un despejador (wot, wot, wot!?!?). Encima, se llama Pressley Harvin – cuyo nombre me recuerda a Percy Harvin, un antiguo receptor/devolvedor que no jugó tantos años pero igual pudo ganar un campeonato en Seattle.

Me gustó la selección de Amari Rodgers a Green Bay. Recuerdo que tuvo partidos bien destacados en Clemson, sería otra arma para Aaron Rodgers, quien aprovechó estos días para pegarse un Messi. ¿Qué es pegarse un Messi? amenazar con irse del equipo, echarse encima a medio mundo, vender un poquito de humo en los medios, hasta que al final le suben el sueldo. Ni me molesto en opinar sobre esos rumores. Todavía se leen tuiteos furibundos sobre ese tema.

No le veo sentido ni gracia al término de “Mr. Irrelevant”. Hay muchos pibes que ni siquiera son elegidos en el Draft y varios terminan después agarrando un lugar en algún equipo. Kurt Warner, Antonio Gates, Wes Welker y Adam Vinatieri. Ninguno de esos cuatro fueron escogidos en el draft y los cuatro hicieron carreras soñadas en la NFL. Warner fue campeón una vez y era integrante del circo carnero, Vinatieri liquidó dos Super Bowl’s y jugó hasta los 94 (?) años.

En otros temas: no me gustó el cambio en las numeraciones de los uniformes. Ya veo que hayan jugadores repitiendo números en un mismo equipo. Típicas pendejadas de College: un receptor y un esquinero usando la # 5 (por decir algo), capaz que veamos eso en el nivel pro. Claro, tendrán que adaptarse. Pero entiendo 100% la critica de Tomás Eduardo, quien decía que los linieros se van a confundir cuando salgan a bloquear. Hasta sugería que tendrían que usar camisetas de distinto color. Ahí se pasó de tragos, capaz que Brady siga emborrachado after Super Bowl.

En los próximos días se anunciará el calendario de la siguiente temporada. Mi momento favorito del offseason. Incluso, NFL Network transmite un programa especial. Otra causa para entender porqué este es The Biggest Show in Sports. A propósito, la etapa regular tendrá 18 fechas y ya se sabe que el Super Bowl LVI se jugará casi a mediados de febrero (regalo anticipado de cumpleaños). Más partidos, seguro. ¿Mejor calidad? veamos. Es cosa de fijarse en el otro football (fútbol). Cien mil torneos al año, actividad saturada de hace rato. Yo no quiero eso para este espectáculo. Cantidad justa y precisa. Hay que cuidar el producto.

Hasta pronto.

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