En enero del 2016, mientras veíamos la final de conferencia entre Patriots y Broncos, con mi hermano empezamos a conversar de algún día ir a un Super Bowl. Él, con su clásico entusiasmo, quería ir al del año siguiente. Después de analizar un poco los costos, nos pusimos un plan de ahorro para ir en 3 años más. Perci quería ir en 2, pero le dije que mejor fuéramos a Atlanta. ¿Quién quiere ir a Minnesota a congelarse y además pagar por ello? Finalmente, ese fue nuestro partido.

Cuando no terminaba de celebrar la remontada contra los Jaguars en la final de conferencia, veo la tele y me doy cuenta de que los Eagles estaban humillando a los Vikings. Sin decirle nada a nadie, pienso que, al ser los locales, seguramente las entradas van a bajar de precio. La reventa de los últimos años en la última semana está entre los 4.500 y 5.000 dólares. Al momento de las finales de conferencia, estaba en ese rango. Me empecé a meter todos los días: 4.200, 3.800, 3.500. 3.300, 3.000, 2.700, 2.541. Eso fue un sábado, una semana antes del Super Bowl, llamo a mi hermano y le digo que no vamos a tener otra oportunidad como esta. Lo piensa un segundo y me da el vamos. Con la ayuda de mi señora, compramos rápidamente el vuelo que quedara disponible a Minneapolis. Estábamos tan encima que ni siquiera nos fuimos juntos. Volamos a Atlanta y dentro de Estados Unidos nos separábamos. Mismo caso que la vuelta. Daba lo mismo, es el Super Bowl. Un sueño cumplido, aunque finalmente terminó pareciendo una pesadilla.

Jueves en la tarde, abordamos nuestro vuelo con las poleras y algunos gringos vueltos locos porque íbamos al partido. No estuvo exento de planificación el viaje, ya que nos recibiría Minnesota con unos tiernos -15°C. Ya en la segunda escala en Washington, me “preparé” abrigándome en el baño antes de embarcar. Había comprado cuello de polar, calcetines especiales y me conseguí todo el resto. Aun así, llego al aeropuerto y me quedo totalmente congelado del frío.  Por suerte, me pasa a buscar nuestro anfitrión del Airbnb donde nos quedábamos. Todas las calles congeladas. Con mi hermano habíamos pensado en arrendar un auto antes, pero menos mal no lo hicimos porque chocábamos seguro.

 

Después de dejar todo en las piezas, se nos ocurre ir a recorrer. Primero, nos perdimos. Luego, le pedimos ayuda a alguien y nos mandó para otro lado. Pienso que era porque andábamos con ropa de los Patriots. Mientras dábamos vuelta para uno y otro lado, congelados obviamente, nos topamos con una pareja de mayores de 70 años sacando nieve de su vereda. Le preguntamos donde quedaba el metro y le explicamos de donde veníamos. ¡Nos fueron a dejar al metro!  Una de las frases que promocionaban los voluntarios era que “The Bold North” y “Minnesota Nice”. Ambas resultaron ser absolutamente ciertas. Yo juraba que el tren era subterráneo y podríamos capear el frío. Nones. A esperar en una especie de cápsula mientras tratábamos de no congelarnos. Llegamos al estadio y pasamos fuera por unos minutos, pero era todo tan helado que no nos daba para estar mucho más. Todo el entorno nevado. Fuimos al Mall Of America a comprar unos encargos, almorzar y recuperar un poco la sensibilidad. Ese año, el Draft, después de mucho tiempo, fue en la ciudad de Philadelphia. Recordaba haber leído, a través de twitter, a un periodista que mencionaba que no quería escuchar la canción Fly Eagles Fly en su vida. Ese día en el mall, no solo fue el preámbulo de un largo fin de semana, sino que nos empezamos a dar cuenta que los hinchas de los Eagles habían venido en masa a Minneapolis. Seríamos visitantes en el US Bank Stadium. Otra de las cosas que me llamó la atención es que el mall era cuidado por guardias armados. Y no hablo de pistolas, eran armas automáticas. El Super Bowl es uno de los eventos más grandes del mundo y no dejarían nada al azar en seguridad. Saliendo al estacionamiento, mientras esperábamos un Uber, nos topamos con dos hinchas de Philadelphia. Uno muy agradable y el otro un agrandado, diciendo que Brady iba a salir lesionado en el 1Q. Para los que no siguen la NFL de hace mucho tiempo, los hinchas de los Eagles son bravos y este era un prototipo perfecto de sus seguidores.

Sábado, nos despertamos y salimos a las 10 am al Super Bowl Experience, buscar la entrada y recorrer un poco el centro. Ese día había -10°C, pero nevó sin parar. Era muy agradable para caminar, aunque reforzamos con más capas para evitar el frio del día anterior. Este era el primer partido de NFL de Perci y parábamos a sacar videos y fotos a cada rato. Llegamos al estadio de los Minnesota Twins, de la MLB, donde entregaban las entradas. Fila llena y preferimos pasar el día siguiente. Fuimos caminando al Super Bowl Experience y recién nos dimos cuenta que todo el centro estaba conectado por pasarelas y podíamos llegar caminando sin ir por fuera. Ya en el Super Bowl Experience, nos sentíamos como niños con juguete nuevo. Podías sacarte una foto con el trofeo Lombardi, aunque la fila duraba como hora y media. Nosotros nos sacamos una foto de abajo nomas. No me iba a pegar esa fila. Consejo para los que vayan en el futuro: lleguen a la primera hora disponible. Podías ver los anillos de campeonato de todos los equipos a la fecha y podías grabar un video como de NFL Access donde había una introducción común de parte de Kay Adams y Nate Burleson para darle paso a los “expertos”. Lo mejor es que el video después te lo mandaban en un link. Perci mandaba todo lo que grababa, algo con lo que los de la cuenta de NFL Chile estaban bien contentos.

Después vino el plato fuerte: las pruebas del combinado. Podías hacer todas las pruebas sin restricciones. Para poner en contexto, mi hermano es una persona tremendamente atlética y deportista, corre maratón, triatlón y cualquier cosa que termine en on. Yo juego tenis. A veces. Sabiendo mi desventaja, le propuse que tiráramos pases, tenías 3 oportunidades para achuntarle a redes en lanzamientos cortos, medianos y largos. Era la única prueba que le podría competir. Misteriosamente, andaba mal del hombro y pasó por esta vez. Acordamos en hacer una solamente, estaba todo lleno, y quedamos en el 40 yard dash. Desde el colegio que no corría carreras de ese tipo, aunque no era tan malo en ese entonces. El problema es que habían pasado 13 años y no pasaron en vanos. Mientras esperábamos en la fila, decidí tratar de ganar psicológicamente. Le empecé a preguntar a mi hermano, ¿qué pasaba si ganaba? A ver si se ponía nervioso. Llegó el momento de la carrera y tuvimos la genial idea de que la grabaran. Ambos no estábamos preparados para una carrera, con zapatos de trekking, pantalones, varias capas, entre otros. Nos dan la partida y mi hermano parte a una velocidad impresionante, lo cual me sorprendió (no me acordaba que fuera tan rápido) y tratando de compensar la salida rápida, me tropiezo y me voy de hocico al suelo. No di ni 3 pasos bien. TODO GRABADO. La gente alrededor no se paraba de reír y mi hermano terminó la carrera, no entendía por qué no había llegado. Después de eso, preferí mantener la poca dignidad que me quedaba e irme del SB Experience.

Empezamos a caminar hacia el centro y nos topamos con Ian Rapoport Perci le pidió un saludo por video para NFL Chile, a lo cual accedió gentilmente. Llegamos al centro a ver como era el alrededor. Todo decorado con cosas del Super Bowl, calles ceradas con rampas gigantes y gente, entrenada en eso claramente, tirándose en moto por ahí, conciertos al aire libre, un verdadero espectáculo. Donde me sacaba el sombrero fue con los voluntarios. Es gente que no iba al partido y no les pagaban. ¡Lo hacían por gusto! Pese a las temperaturas gélidas, algunos voluntarios estaban dentro de edificios, nunca los pillaban sin una sonrisa, preguntando de donde eras y ayudándote en todo lo posible. Cada vez que les decíamos que eran de Chile nos decían que estábamos locos y encontraban genial que hubiéramos llegado. Una de las cosas chocantes era que estas calles cortadas, como mencionaba anteriormente, eran cuidadas por el ejército. Soldados con rifles automáticos, no pocos, y las calles bloqueadas por tanques. ¡TANQUES! Lo más insólito es que la gente les pedía fotos a ellos con las armas, como si fuera una atracción turística. Prefería mantenerme alejado. Otra de las curiosidades es que todos los días andaban personas predicando de la Biblia y criticando el Super Bowl. O eso creo. La verdad, no era capaz de poner atención con el frío que hacía generalmente. Mi único objetivo en la caminata era llegar a mi destino. Después de una larga caminata recorriendo el centro y comer algo, decidimos volver a la casa. Ese día había nevado tanto que uno de los puntos de referencia que teníamos estaba totalmente tapado en nieve. No estábamos con roaming, así que nos aprendimos el recorrido de memoria. La cosa es que nos equivocamos y terminamos en una calle media peligrosa, con dos camiones de basura haciendo carrera como las micros en Viña-Valparaíso. Finalmente, decidí entrar a un minimarket a pedir ayuda a alguien local. Nos habíamos pasado como 15 cuadras y teníamos que caminar 10-15 más desde el punto de referencia que nos perdimos. Llegamos y el conteo final: 29.000 pasos para el día. A dormirse temprano, ya que el domingo era el gran día.

Despierto y veo un sol sin ninguna nube. ¡Día ideal para vivir el Super Bowl! Me meto al teléfono. Temperatura: -18°C. Sensación Termica: -26°C. El día de -15 había sido complicado, pero esto era verdaderamente insoportable. A mi solo se me veían los ojos y aun así me sentía completamente inmovilizado. Es como si hasta se te congelaran los ojos por dentro. Es un clásico en invierno que si uno pasa por las sombras de los edificios, el frio es notoriamente mayor. Acá era simplemente insoportable. Apenas me podía mover. Para peor, uno se topaba con gente local casi que con un chaleco, le decías que hacía frio y te decían:” Yeah, it’s a Little bit cold today”. De locos. Le comentaba a mi hermano que si no corría viento, lograríamos llegar. A los pocos minutos, parten las ráfagas de viento y era una sensación angustiante. Es tanto el tránsito ese día y, por las restricciones de seguridad, tenían todo programado con anterioridad. A nosotros nos hicieron bajarnos antes y nos dejaron cerca de la estación donde íbamos en un bus. Sea donde sea el Super Bowl, la capacidad logística, en todo sentido, es muy compleja. De hecho, habían vuelos que se iban justo después del partido. El aeropuerto de Minneapolis no es tan grande y tenían que sacar a la gente a toda hora posible.

 

Finalmente, llegamos al estadio de los Twins. Al estar una parte techada y semi abierta, el frío era terrible. Logramos avanzar rápido e ir a la fila para retirar la entrada. A los pocos minutos, teníamos las nuestras. Aprovechamos de pasar a un evento en Stub Hub, donde entregaban comida y bebidas, para que no nos afilaran tanto con la entrada y recuperar algo. Luego de dejar cargando los celulares un rato, nos fuimos al estadio. Nos fuimos caminando por las pasarelas, pero, a 10 minutos del estadio, estaba colapsada. La solución rápida era irse caminando. Contra el sentido común, preferimos llegar antes e irnos por el frío. De vuelta a apretar los dientes y hacer un último esfuerzo. Nuestra intención, antes de irnos de Chile, siempre fue estar en las actividades fuera del estadio antes de entrar. La verdad, no daba. Preferimos entrar y esperar tranquilos en nuestro asiento. Nuevamente, guardias armados y detector de metales para todos los que ingresaban, sin excepciones.

Objetivo cumplido: estábamos dentro. Ahora, a caminar a irse a la chucha del mundo, que era donde estábamos. En el camino hacia arriba, viendo la cabina con las repeticiones y encontrando a un seguidor de los Eagles con la máscara de perro. Esta máscara se popularizó cuando Lane Johnson y Chris Long se pusieron máscaras de pastor alemán después de ganarle a los Falcons, siendo los underdogs como locales. Ya en nuestro lugar.

Era la 4 fila de arriba hacia abajo. Daba lo mismo, estábamos ahí y se veía perfectamente bien. Una de las cosas buenas de llegar temprano, perdiéndome detalles que no pude apreciar en mi partido anterior donde llegué justo al himno. El calentamiento es un ritual, donde van entrando por grupos de posiciones. Los primeros en entrar son los pateadores y despejadores, luego los receptores y corredores. Después entraban los QB, siendo Brady abucheado duramente. Era así con todos los Patriots, pero sobre todo con él. Luego entra la línea ofensiva, la secundaria y finalmente los siete frontales. Estos últimos, por parte de los Eagles, se llevaron un tremendo aplauso, reconocidos por su estilo duro que caracteriza a la ciudad. Luego de un calentamiento breve, de a poco se empezaban a retirar casi en el mismo orden que llegaban. Mientras tanto, habían ex jugadores como Brian Wetsbrook que aleonaba a sus seguidores por la pantalla gigante. El Fly Eagles Fly recién empezaba, pero había llegado el momento. Showtime!

Antes de partir con el partido, hay que dedicar un párrafo a la gente que va al Super Bowl:

  • Sentada al lado mío: una sra de los Eagles que llegó totalmente borracha al estadio. Me pegaba dormilones cuando los Eagles hacían un TD, pero eventualmente se quedó dormida en el 3Q y para el último no la ví más.
  • Al lado de ella: un matrimonio donde el marido se sentó con una cara de 3 metros a ver el partido. La señora se sacaba fotos con nosotros, solo porque habíamos venido de Chile a ver el partido. Éramos las figuras.
  • Al lado de Perci: un gallo que apostó no sé cuántos mil dólares al partido y estuvo viendo todo el rato cuanto iba a ganar.
  • Atrás de nosotros: una vieja de como 60 años que tiraba chuchadas todo el partido.

Había para todos los gustos y varios ni interesados en ver el partido. Eso no le quitaba nada al espectáculo, por cierto.

Llegó la hora de la entrada de los equipos. A esa altura, ya se había llenado el estadio. Como presumía, la ventaja de localía para Philadelphia era evidente. Nosotros, por suerte, estábamos en un lugar con “mucha” gente de los Patriots, pero era un lugar dominado por las poleras verdes. La entrada oficial de los equipos daba una idea de lo que sería el partido, recibiendo a Philadelphia con tremendos gritos y a los Patriots con un abucheo incesante. No serían los únicos. Llegaba la hora de entregar el premio al Walter Payton Man of The Year. Cada año hay varios ganadores anteriores que asisten a la entrega del premio. Para mala suerte de algunos, algunos de esos jugaban en la división de Philadelphia como Jason Witten, Eli Manning, entre otros. La noble afición de los Eagles no dejó pasar la oportunidad para reventar a algunos de sus enemigos jurados y los afectados solo sonreían o soltaban algunas risas.

El himno y “America The Beautiful” empezaban a dar forma al show. Llegaba el momento del coin toss, realizado por un grupo de militares. La tradición gringa no se hizo esperar y todos parándose a aplaudir sin parar. Parten atacando los Patriots. Ambos emocionados por lo que estaba por comenzar y el hecho de estar ahí. Por largos ratos, parecía mentira que estuviéramos en un Super Bowl. Atacan los Patriots y empatamos, los primeros puntos en un 1Q con Brady y Belichick. Al inicio de esa serie, cuando entraba la defensiva, llegó un tremendo momento del Super Bowl. De la nada, ponen la música de Rocky con la clásica escena de la segunda película: “Win, Rocky. Win”. Terminada la escena, empiezan a mezclar cortes de jugadores antiguos (Jerome Brown, Brian Westbrook, Brian Dawkins) con los actuales y con escenas de Rocky. Independiente del equipo que fueras, son varias las generaciones las que se les pone la piel de gallina cuando escuchan esa canción. Al igual que el boxeador ficticio de Philadelphia, los Eagles habían asumido ese estilo duro, combativo y agresivo de Rocky. Las máscaras de perro eran una prueba más del verdadero espíritu de underdog que encarnan las distintas películas del famoso púgil. Y ese partido era una verdadera pelea de pesos pesados, intercambiando golpe tras golpe hasta el último minuto. Para que tengan una idea, así partía el video (este fue grabado en la final de la NFC): https://www.youtube.com/watch?v=v3plaXhIRWA y este fue en el mismo estadio del Super Bowl: https://www.youtube.com/watch?v=TWM_hHaV7Qg&t=16s

Terminaba el primer cuarto y presentaban a los recientes miembros en entrar al Salón de la Fama. Fueron de a poco presentándolos con aplausos moderados, hasta que llega Ray Lewis y, para mi sorpresa, se lleva un festival de pifias de parte de los Eagles. Lewis siempre fue un jugador respetado en la liga y no entiendo muy bien el odio, salvo ese incidente al principio de su carrera. El penúltimo en pasar era Brian Dawkins, ex jugador de los Eagles, y todos sabían lo que se venía: el estadio se vino para abajo. La gran sorpresa vino cuando presentaron al jugador siguiente a él: Randy Moss. El aliento del estadio fue aun mayor que para el de Dawkins, quien jugó casi toda su carrera en Philadelphia. La única explicación que me hace sentido es que Moss fue un talento que pasa muy rara vez en la liga y así lo entendemos prácticamente todos los que seguimos esta gran liga. Algunos dirán que Moss jugó gran parte de su carrera en los Vikings y eso lo explica, pero nadie se llevaba una ovación grande ese día sin la aprobación de la gente en poleras verdes. El Salón de la Fama fue inventado para homenajear a jugadores como Moss precisamente. Punto aparte de los nominados, me alegré de ver a Urlacher ser elegido en su primer año. Fue uno de mis jugadores preferidos de su era y merecía entrar más temprano que tarde.

Volviendo al partido, se empezó a poner cuesta arriba y no parecía, salvo una serie, que podíamos detener a los Eagles. La frustración era palpable en todos los seguidores de los Patriots, pero también eran los nervios en la gente de Philadelphia. Pese a ir ganando, sabían bien quién tenían al frente. Peor aún, Doug Pederson estaba dispuesto a gastar todos sus esfuerzos en no soltar la pata del acelerador, pasara lo que pasara. En una de esas jugadas, los árbitros obviaron una evidente formación ilegal que terminó en irse 22-12 al camarín. Habíamos dejado, por lo menos, 7 puntos en la mesa entre el XP fallado, el FG fallado y la decisión de jugarse en 4&5 en vez de patear un FG más largo. Muy extraño para un equipo de Belichick. Aun así, la ofensiva estaba prácticamente imparable y los 12 puntos eran, evidentemente, muy poco para el nivel con que habían partido. Mi momento más frustrante de la primera mitad fue cuando, por segunda semana consecutiva, dejaron fuera a uno de nuestros mejores jugadores ofensivos por una falta alevosa, esta vez contra Brandin Cooks. Lo peor es que ni siquiera tiraron pañuelo. Es una clara debilidad de las reglas cuando un jugador apunta a otro para sacarlo del partido y sigue como si nada. Aun así, no fue factor. Me llamó la atención terminando la mitad, mucha gente de los Eagles se iban tranquilos y a la vez no tanto. Los Patriots recibirían la pelota la segunda mitad y con un TD se pondría bueno el partido.

Llega el HT Show de Justin Timberlake. En la semana fue muy polémico, en Minneapolis, que interpretara una canción de Prince. El difunto cantante nunca tuvo muy buenas palabras para JT y no veían con buenos ojos esta especie de homenaje. Se acuerdan de la persona que estaba sentado al lado mío con una cara de 3 metros. Sorpresivamente, casi como si le hubieran inyectado algo, se empezó a volver loco con Timberlake. Me pegaba dormilones y gritaba “JUUUUUUSTIIIIIINNN” o “JT!!!!!”, a cada rato. Atónito, no alcancé a preguntarle por qué estaba tan emocionado. Se bailó todas las canciones como si no hubiera mañana. ¡Pagó una entrada solo por ver a Timberlake! Hay opciones más baratas que ir a un Super Bowl para eso. No veía un HT Show desde el 2009 cuando cantó Springsteen. La verdad, no vi a la gente muy metida en el show, al menos hasta su última canción al menos. Entre medio, me llegaban mensajes de amigos diciendo que la veían complicada. Otra cosa que me di cuenta en la mitad, al ver el celular, fue que Butler no estaba jugando pese a haber sido titular. Lo empezamos a comentar y nadie se lo explicaba.

Era clave partir con un TD y si eventualmente los frenábamos a un FG, podríamos pasar arriba. El mandato en el entretiempo fue involucrar a Gronk y terminó justamente con un TD para él. Llegaba el momento de defender. En un 3 y 6, con la posibilidad de detenerlos a un FG accesible, Corey Clement atrapa un TD y de nuevo a remar. Toda la gente se sienta un segundo, hasta que muestran la repetición. Sigo creyendo, no soy el único, que Clement no tiene posesión al momento de pisar afuera. Lo estábamos viendo todos ahí y los nervios eran incontrolables de las dos partes. Finalmente, todavía no sé por qué, Steratore mantuvo la llamada inicial.

En (casi) todos los cortes del partido mostraban a gente famosa en el estadio, los cuales eran recibidos con aplausos mixtos, dependiendo de a quién seguían claro. En un momento, muestran a una de las personas más odiadas en el deporte gringo: Steph Curry. El guardia de los Warriors, para peor, estaba con ropa de los Patriots. Combinación desastrosa para ese público. La frecuencia de tiempo en que mostraban a cada uno era de 8-10 segundos, pero les digo algo: ese camarógrafo no era de los Warriors. Dejaron a Curry pegado varios segundos para que lo pifiaran sin parar. Acá está el video: https://www.youtube.com/watch?v=zkIWVUZLo-I       Entre medio, entrevistaban a algunos ex jugadores para ver qué pensaban. Los que decían que los Patriots lo darían vuelta, recibían los dos minutos del odio.

Llega el 4Q con los Eagles atacando, era el momento de pararlos estando abajo por 3. Recuerdo haber preguntado, apenas terminó el 3Q, cuantas yardas llevaba Brady. No estaba muy seguro, pero lo había visto completar pases largos sin parar. Llevaba cerca de 400 yardas y todavía quedaba un cuarto. Una locura. Más adelante, las plegarias fueron escuchadas por la defensiva, ya que finalmente lograron detener a un gol de campo a la potente ofensiva de los Eagles. Los que estábamos alrededor sabíamos que esta era la oportunidad que estábamos esperando y no nos decepcionaría nuestro equipo. Brady siguió en lo suyo y con un fade a Gronk, finalmente pasábamos adelante por primera vez en el partido. La emoción era tanta que se nos había olvidado que Gostkowski tenía que patear el XP para pasar adelante, lo que logró en la jugada siguiente. La adrenalina ya estaba en un nivel superior y nadie se pudo sentar en el último cuarto.

La alegría pasó a nervios para ver si podríamos limitar al menos a un FG a los Eagles. La ventaja de un punto era la nada misma, especialmente con más de 9 minutos por jugar. 4&1, acá está el partido. Foles completa un pase con Ertz que consigue por poco el 1 y 10. Ya vendrá otra oportunidad, pensábamos. Pese a haber sido dominados, siempre pensábamos que la línea ofensiva eventualmente cedería. Con los Eagles en zona roja, Foles completa, nuevamente, con Ertz para 11 yardas y un TD. Muestran la repetición y el estadio se pone mudo por unos segundos. Ertz soltó la pelota cuando tocó el suelo y venían los recuerdos del final del partido entre Patriots y Steelers, cuando anularon la recepción de Jesse James para casi cerrar el partido. Esta era más dudosa, pero también pensaba que no era, aunque la de Clement fue mucho peor. Todo el mundo se puso a discutir si era recepción, yo, evidentemente, hacía mi caso para decir que no era. Entre medio de todo esto, una mujer de atrás nos dijo que hablábamos español y ella había tomado cursos. Acto seguido, trata de tirar unas frases en español. La ignoré, aunque quería decirle: ¿A QUIÉN CHUCHA LE IMPORTA? MI EQUIPO ESTÁ PERDIENDO EL SUPER BOWL. Nuevamente, Steratore no se complicó la vida y el estadio reventó. Quedaban 2:21 todavía y teníamos a Brady todavía. Todos estábamos convencidos que ganaríamos.

Hablando del ruido, cuando inauguraron este estadio leí que estaba diseñado para que el ruido tuviera rebote y especialmente en la banca de la visita. Me da risa cuando veo a la gente que sigue el fútbol y habla de las hinchadas, pero el ruido que hacen no es ni la mitad de estos fanáticos. La mayoría del tiempo era difícil concentrarse con tanto ruido y no paró en todo el partido. De hecho, el día anterior nos habían dicho que lleváramos tapones para el oído. Pensábamos que era exageración, pero no lo era.

Uno pensaría que a los seguidores de los Eagles ya no les quedaba más voz, pero ya el ruido era insoportable. Tenían que buscar la manera de incomodar a un Brady imparable. Se habló mucho, antes del partido, de lo dominante que era la línea defensiva de los Eagles y muchos pensaban que arrasarían. Hasta entonces, Brady no había sido tocado prácticamente. Luego, en la segunda jugada de la serie, Brandon Graham vence con una fuerza impresionante a Mason, el mejor liniero esa temporada de New England, suelta la pelota. Por primera vez, empezamos a asumir que era probable que perdiéramos. Un 1 y 10 terminaría el partido. Logran detenerlos y venía un gol de campo no automático de Elliott.  El estadio nuevamente mudo. Un fallo nos hubiera entregado una una buena posición de campo y podríamos incluso ganarlo. No fue y estábamos abajo por 8.

Todavía queda tiempo. Un torpe regreso de patada nos dejaba en la yarda 9 con 58 segundos. Todavía queda tiempo. Un 4 y 10 desde la 9 nos da nueva vida, todavía queda. Última jugada con 9 segundos y solo una opción, todo puede pasar. Pase incompleto a Gronkowski. Se acabó. Mientras caminaba por los asientos saliendo del estadio, veo a un hombre que, estimo, tendría unos 65 años. De ser así, esta persona no veía a su equipo campeón desde 1960. Con suerte se acordaría del día que ganaron, por única vez en playoffs, a un equipo de Vince Lombardi. Ahora les tocaba levantar el trofeo con el mismo apellido después de 57 años. La emoción en él era evidente y lo felicité, algo que me agradeció casi en las lágrimas comentándome que pensaba que nunca vería a su equipo ganar de nuevo. Le dije que lo aprovechara y me fui. Nada de esto compensaba la triste sensación de haber perdido.

Por las salidas era una fila de gente, todos los de los Patriots en modo zombi y con una tristeza evidente. Me llegaban mensajes de mucha gente animándome y diciéndome que igual había cumplido mi sueño. Le agradecí a mi señora por haberme dado la oportunidad de ir, pero la verdad es que nada me consolaba. Tenía un sabor amargo y no quería ni hablar. Para ser franco, todavía lo tengo. No se me ha ido esa sensación cada vez que pienso en este partido que se debería haber ganado.

Ya afuera, el frío seguía igual y estábamos cerca de los -30. Un viento que te cortaba los huesos. Tuve la genial idea de sacarme el guante un segundo para mandar un mensaje por el celular, cambie de opinión rápidamente. Coordinar una salida como esta no fue fácil para toda la gente no fue fácil, pero funcionó relativamente bien. La gente de los Eagles, al menos la que vi cerca, tomaba el triunfo con mucha humildad y alegría. No hubo actos excesivos ni peleas o algo por el estilo, algo por lo que temía cuando salí. Otro problema logístico, el aeropuerto de Minneapolis no daba para sacar tanta gente en horario normal. Hablamos con alguien que se iba directo del estadio a tomar su vuelo. Imagínense se iban a OT. Nosotros íbamos a St. Paul, lugar con mucha menos afluencia y tuvimos que esperar varios minutos con un frío brutal y una rabia aún peor. Al menos hablo por mí, mi hermano estaba bien satisfecho con la experiencia. Al menos en el metro logramos capear el frio, aunque de ahí teníamos que caminar al Airbnb por 15 minutos. Ni la caminata ayudaba a escapar un poco del frío.

Pareciera que no fue una experiencia satisfactoria por la derrota, pero ir a un Super Bowl fue todo lo que esperaba más. No creo que haya un espectáculo deportivo que lo iguale. El ambiente y la adrenalina en el estadio fueron extraordinarios, especialmente siendo el equipo desfavorecido en gente. Mi consejo a toda la gente que le gusta la NFL: vayan a un Super Bowl, especialmente si juega tu equipo. Cuesta mucha plata, pero vale cada peso. Ni el frío ni que tu equipo pierda te va a devolver el hecho de vivir una experiencia como esta. Todavía sigo pagando el pasaje que compré para ir a Minneapolis, pero no me arrepiento un segundo. Está toda la vida para ahorrar y pagarlo, pero pude ver a Brady y los Patriots en el escenario máximo. Me siento totalmente pagado. Hoy juegan en otro Super Bowl y quizás nos dan otra alegría. Espero que sea así.

 

 

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