LLEGÓ SEPTIEMBRE, la mejor época del año por 1500 razones, ya sea porque por fin se acaba el invierno que cada año está más brígido, o porque empieza la Champions, etc. Nosotros tenemos nuestras propias razones para estar felices, vuelve la falopa, se acaba la abstinencia que nos hacía caminar por las murallas, regresa nuestra liga favorita, la que nos mantendrá encerrados domingo a domingo desde este fin de semana hasta el próximo 3 de febrero, la que nos tendrá vueltos locos mirando el Redzone, la que nos hará sacar lo mejor/peor de lo nuestro a medida que los equipos por los cuales simpatizamos se afiancen o se vayan a la mierda y a medida que nuestros jugadores de fantasy se empiecen a lesionar y se vean mermados todos nuestros sueños y se rompan muchas familias por ello, la que nos hará engordar a pura pizza y pilsen, la que nos hará trasnochar durante los partidos en primetime, la que nos hará desentendernos del soccer fútbol, del béisbol, del lacrosse, del quién llega más lejos, del esconderlo en la boca del deporte blanco y todos esos hermosos juegos con los que el vulgo, ya deconstruido (?), suele distraerse por estos días.

Septiembre también implica el regreso del ÚNICO Power Ranking hecho en Sudamérica, el Power Ranking que le gusta a la gente, el mejor Power Ranking del mundo según una encuesta hecha en mi pieza donde solo votaron 2 personas (yo y Mateo… mi perro). Señoras, señores, sean todes todos ustedes bienvenidos a la tercera temporada del POWER RANKING POPULAR \o/

Mateo manda saludos

Poné play y dale

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NOTA: La posición de cada equipo se comparará con el lugar en el cual estaba cada uno la última vez que apareció en el Power Ranking, ya sea al terminar la temporada regular 2017, ya sea tras el Wild Card o ya sea tras los Playoffs Divisionales. Enjoy

Perdieron el último Super Bowl, sí, pero imaginen el siguiente panorama, año 2029, Tom Brady con 52 años y 94 exámenes de próstata a su haber, aún dominando la liga junto a Belichick, llegando todos estos años siempre hasta instancias decisivas, ganando otro par de Super Bowls entre medio y nunca bajando de la final de conferencia. Así será mientras TB y BB sigan juntos, y por ahora no tendrán oposición por mucho que equipos como Rams, Vikings, y Jaguars se vean de maravilla, de una u otra forma le tienen tomada la mano a todos. El apostar que llegan otra vez al Super Bowl debe pagar a esta altura 1.01 en las casas de apuestas, simplemente porque son los Patriots, el Real Madrid de la NFL.

Son los campeones defensores, ¿Entonces por qué chucha no están primeros en este Power Ranking? Simple, porque lo hago yo y los pongo donde se me canta el culo Nick Foles será el QB titular en la semana 1, y no se vio bien en la preseason, pero ya sabemos como funciona, va de menos a más, así lo hizo cuando le tocó entrar el año pasado, teniendo su peak en pleno Super Bowl. Está claro que lo esperan a Carson Wentz, que cuando reciba el alta se quedará con la titularidad y el liderazgo de un equipo que lo tiene todo para repetirse el plato, una defensiva brillante (que suma las incorporaciones de Michael Bennett y Haloti Ngata, ¿Qué tal?), una OL que recibe con los brazos abiertos el regreso de Jason Peters (¿El mejor LT de la liga tras el retiro de Joe Thomas?) y un funcionamiento tipo relojito que ya dio resultado. Equipazo.

Expectativas altísimas, quizás demasiadas, por ahí incluso leí que este año tienen el mejor roster de su historia, en fin. Ya el año pasado demostraron que están para grandes cosas, principalmente gracias a su defensiva (la que permitió menos puntos y menos yardas totales por partido en toda la liga) y al buen trabajo hecho cuando se tenía el balón. Se deshicieron de sus 3 QB’s, incluso de Keenum, lo cual nos pareció muy raro tras su enorme 2017, pero llega Kirk Cousins, listo y dispuesto a dar ese salto de calidad luego de mostrar regularidad a ratos en Washington, regresa Dalvin Cook también y mientras Thielen y Diggs se mantengan a un buen nivel, se dará pelea, obviamente para ello, Cousins deberá aplicarse con una temporada más que aceptable, igual o mejor que la de Keenum, porque la base del 2017 se mantiene exactamente igual, salvo en la posición más importante. Si los Vikings quieren llegar al 3 de febrero, Cousins será clave, y ojo que tendrá como OC a John De Filippo, ex entrenador de QB’s en Philadelphia (hola Carson Wentz), así que yo al menos le y les tengo fe.

Otro equipo que dejó la vara altísima tras un excelente 2017, y también gracias a un tremendo trabajo a la defensiva, donde esa secundaria es de temer (ojo con Jalen Ramsey, lo veo como favorito al premio del jugador defensivo del año) y ese front seven que te machaca de lo lindo. Ahí no hay duda alguna, a diferencia de la ofensiva, donde perdieron a Allen Robinson (se fue a los Bears) a Allen Hurns (se fue a los Cowboys) y a Marqise Lee (lesión, out fuera la temporada), por lo que no se sabe quiénes serán los WR (recordar que el año pasado surgieron varios desconocidos), pero más importante aún es saber cómo andará Bortles, del cual ya sabemos que no es elite (nunca lo será), pero que viene de la mejor temporada de su carrera, no por sus números (nada de brillantes), sino porque dejó de regalar balones como lo hizo en sus primeros años en la liga, aprendió a hacer lo justo dentro del campo y con eso le bastó para afianzarse en su puesto porque lo demás lo hacían entre la defensiva y el colocolino (?) Fournette, que este año debería liderar la liga en yardas terrestres, lo tiene todo, y los Jaguars lo tienen todo para llegar otra vez a la final de conferencia, si incluso los di en el Super Bowl en mi pronóstico de NFL Chile, así de optimista soy con ellos.

Nos enamoramos todos el año pasado, McVay revivió una franquicia que estaba más muerta que el peso argentino y para esta temporada irán por absolutamente todo después de armarse hasta los dientes en la Free Agency con bestias tales como Suh, Talib y Marcus Peters, un Dream Team lleno de delincuentes, así de simple, considerando que lo tienen además a Aaron Donald, elegido el defensivo del año la pasada temporada, yo ya estoy viendo a los Bears del 85 ahí. Jared Goff por su parte, logró demostrar lo que vale, se rodeó de la gente correcta y se mandó pedazo de temporada, aunque desde ahora deberá rascarse con sus propias uñas tras la salida de su OC y de su entrenador de QB’s, claves en su desempeño 2017. Todd Gurley querrá otra vez comerse el mundo, tal y como lo hizo el año pasado, donde quedó a nada del MVP. Yo ya quiero verlos luego en cancha, me tienen entusiasmado, tanto que mi predicción de Super Bowl es Jaguars – Rams (!).

¿Recuerdan cómo terminó la temporada pasada para los Falcons? En Philadelphia, 4° y gol en la yarda 2, con un minuto por jugar y perdiendo por 5, pase de Ryan a Jones, iba a ser completo, pero se le escapó de las manos, en un resumen quizás de la mala temporada que había tenido el propio Jones. Estuvieron a nada de jugar la final de la NFC por segundo año seguido, y acá voy, han estado en la pelea los últimos años, con una escuadra bastante completa en todas sus facetas, que el año pasado se encargó de los temibles Rams en el Wild Card y estuvo cerca de eliminar a los que a la postre se quedaron con el anillo. Ningún equipo en la historia ha jugado un Super Bowl en su estadio, y los Falcons este año esperan ser los primeros, piezas de entrada tienen de sobra.

Con el diario del lunes, los Saints fueron el equipo que mejor supo aprovechar sus picks en el Draft del año pasado, sobre todo a través de Alvin Kamara y Marshon Lattimore, quienes fueron claves a la hora de revivir a una franquicia que solo se estaba quedando con el buen nombre de Drew Brees pero daba jugo en todo lo demás. ¿Cómo sería de distinto el mundo si Marcus Williams hubiese tackleado como correspondía a Stefon Diggs en esa última jugada en Minnesota? ¿Habrían llegado al Super Bowl? ¿Drew Brees ya hubiese tenido su segundo anillo? Son interrogantes que nunca sabremos.

WARNING: Es año par, por ende y como viene pasando las últimas temporadas, debería implicar una merma en el rendimiento del equipo, no lo digo yo, lo dicen los números, que muestran a los Panthers como una montaña rusa, año impar bueno, año par malo, año impar bueno (tan bueno que terminó con Carolina en el Super Bowl y con Cam Newton como MVP), año par malo, año impar bueno, año par lo que viene. Cam Newton sigue siendo el director de orquesta, el que tuvo que ponerse el traje de corredor la pasada temporada porque no había uno que rindiera lo suficiente (ojo que ahora estará CJ Anderson) y porque esa línea ofensiva solía sucumbir rápido. Tienen un front seven de puta madre comandado por Kuechly, Thomas Davis, Julius Peppers, etc. Hay con qué darle, pero tengan presente que estamos en año par…

De lo único que se habla por estos días en Pittsburgh, es de la ausencia de Le’Veon Bell, a quien no le quieren hacer el contrato que quiere/merece, en una novela que ya lleva varios años. Ya se sabe que será su última temporada como acerero, pero a esta altura las grandes interrogantes son ¿Jugará este año? y ¿Parará el webeo y volverá antes del debut en Cleveland? Lo segundo parece ya más que improbable y por ahí ya dicen que no podrá jugar hasta la semana 10. Big Ben por su parte, está más flaco, mejor preparado físicamente que nunca y Antoñito está en la suya, será otra vez el mejor WR de la liga y nos dejará locos como viene haciéndolo. ¿Qué onda la defensiva? Ahí está el pequeño gran talón de Aquiles de este equipo, basta con recordar ese partido contra los Jaguars en los Playoffs divisionales del año pasado, donde el ataque hizo todo para ganarlo, pero defendiendo lo perdieron. No sé qué tan lejos puedan llegar este año, depende de una mejora ahí cuando no se tiene el balón.

Creo que a esta altura, no muchos se acuerdan que los Titans clasificaron a playoffs la temporada pasada, e incluso se dieron el lujo de ganarle a los Chiefs en Arrowhead antes de sucumbir en Foxborough. Este año debería ser el de la consolidación, sobre todo para un Mariota que ya entra en su cuarto año en la liga, cada día más maduro, cada día más líder. Debería ser también el año de Corey Davis, que se perdió varios partidos en su temporada de novato, así como también el de Derick Henry, que a partir de ahora, corre como el RB principal ante el retiro de DeMarco Murray. Hay nuevo HC, ante la ida de Mularkey, Mike Vrabel, ex DC de los Texans, toma el mando y espera al menos repetir la campaña pasada en Nashville.

Ni siquiera se jugaba todavía el último Super Bowl cuando los Chiefs ya golpeaban la mesa antes del término de la pasada temporada, mandaban a Alex Smith a los Redskins y confirmaban desde ya a Patrick Mahomes como titular, en una apuesta que algunos ya querían ver desde el mismo año pasado, pero el buen nivel de Alex Smith retrasó en un año el inicio del proyecto. ¿Cuándo será el día en que los Chiefs logren dar ese salto que llevan varios años prometiendo? Siempre pelean, se muestran como candidatos, pero siempre les pasa algo en playoffs, siempre llegan con expectativas, pero arrugan, se hacen caca, y les pasan cosas como en ese último partido de Wild Card que ya tenían ganado contra los Titans en Arrowhead, les dieron vuelta el marcador y otra vez lo mismo. Esperamos ver por fin ese salto, todo depende de Mahomes. Ah, se les fue Marcus Peters, lo van a extrañar de una manera weón…

El mejor equipo de los que no clasificaron a playoffs la temporada pasada, arrancaron como el hoyo (hola chino culiao come gatos), pero terminaron dando muy buenas sensaciones, incluso teniendo la posibilidad de servirse a los Chiefs en aquel mano a mano de la semana 16, sin resultados positivos, quedando fuera, pero cimentando las bases para este año. La mala suerte los viene siguiendo hace rato, sobre todo en el tema lesiones, es más, ya perdieron a Hunter Henry por toda la temporada, pero fuera de ello, hay optimismo y materia prima por todos lados, buenos receptores (Keenan Allen por ejemplo), un RB que suma, y mucho, como Melvin Gordon, y una defensiva que te muerde con Joey Bosa y Melvin Ingram. Este año, la AFC West se ve bien incierta con la transición en el puesto de QB de los Chiefs, lo irregular de los Broncos y el despelote en Oakland, si se va esa nube negra, puede ser el año de los Chargers, al menos para llenar la caja de fósforos en la que juegan, mira que el año pasado el complejo deportivo ese vivía lleno, pero de hinchas visitantes. ¿Qué versión de Rivers veremos este año? ¿La de Phillip Rivers propiamente tal o la de Felipito Rios?

Todo cambió en la bahía con la llegada de Garoppolo, el mesías, una especie de héroe local, un ser mitológico que llegó para cambiarle la cara a un equipo que venía hundido, desde que él entró a jugar, los 49ers empezaron a dar espectáculo semana a semana, no se jugaban nada ya, pero dejaron todo listo para dar el gran salto en esta campaña, partiendo de cero, con esperanzas total y absolutamente renovadas.

Ahora, ¿Será tan así? De entrada se les lesionó McKinnon, quien era el llamado a ser el RB 1 de este equipo, ya se conocen los problemas de la OL y no hay un WR totalmente confiable. ¿Cómo se tomará todo esto el bueno de Jimmy G? ¿Bastará con solo él? ¿Le habrán servido sus sesiones de Kama Sutra con la actriz porno esa? Lo cierto es que deberá echarse el equipo al hombro y rendir tal como lo hizo el año pasado para mantener ese invicto lo más que se pueda. En defensiva lo de siempre, ya hemos hablado de todos esos primeros picks en los últimos años, partiendo por Reuben Foster y sus problemas con la ley, y otros tales como Salomon Thomas y DeForest Buckner, un escuadrón joven, que ya aprendió, se supone, lo que tenía que aprender en la primera mitad de la temporada pasada y ahora deberá darle con todo no más, sobre todo con la llegada de Richard Sherman, un líder nato y un especialista en putear a todo el mundo para enderezarlo cuando las cosas no andan bien. Yo en todo caso me mantengo escéptico con respecto a este equipo, de partida debutan en Minnesota, nada de fácil.

La cosa es simple, con Aaroncito sano, son capaces de ganar hasta la Champions League, sin Aaroncito, no llegan a ningún lado, así les fue el año pasado, dependen de Rodgers y de nada más que Rodgers, amo y señor de la ciudad, presidente, alcalde, Ministro de Corte, Juez de Familia y dueño de toda fábrica de queso habida y por haber en Wisconsin. Ahora, con él pueden pelearla, ser protagonistas sin duda, pero onda llegar al Super Bowl? Mmmmm nah, en mi opinión les sigue faltando algo, darán que hablar sin duda alguna, pero les sigue faltando ese no sé qué.

Hace unas semanas, analizando el futuro de la AFC North, me tiré con el siguiente Bold Prediction: Lamar Jackson iba a terminar siendo el QB titular en Baltimore, y todo ello antes de Thanksgiving, es que con Flacco la cosa parece estancada hace varios años, se está desaprovechando pedazo de defensiva con un ataque tan limitado, no hay WR’s de renombre (llegó Michael Crabtree ahora, pero…), no hay ataque terrestre, y lo tienen a Flacco que nunca ha visto amenazado su puesto, por lo menos hasta ahora, que draftearon a Lamarcito, que lo veo capaz de aserrucharle el sopi en cualquier momento. ¿Justin Tucker? El rey del mundo, punto.

¿Habrán pasado ya los mejores momentos de los Cowboys bajo el mando de Garrett? Al menos nos quedó esa impresión tras la temporada pasada a pesar del 9-7 (claro, venían de un 13-3 y las tremendas temporadas de Prescott, Zeke y una OL de elite), para peor, ya no estarán ni Dez Bryant ni Jason Witten, aunque al menos Zeke ya no cargará con el cacho de tener que cumplir alguna suspensión ni mucho menos. Prescott por su lado, pasó de un 2016 casi perfecto a un 2017 irregular, y por esos 2 pasa buena parte de la suerte de los Cowboys, sobre todo de Zeke, que cuando anda con hambre, es capaz de destrozar hasta a los front seven más cabrones de la liga. ¿La defensiva? Está más que claro que depende en demasía de Sean Lee, tanto como la ofensiva depende de Elliott, así, se perdió 6 partidos en la última temporada, y el equipo bajó considerablemente su rendimiento sin él. La NFC East este año tendrá al campeón defensor entre sus contendientes, lo que para estos Cowboys cae como patá en las bolas, ellos quieren estar siempre lo más arriba posible, sobre todo porque ya serán 23 años sin dar la vuelta, demasiado tiempo para Jerry Jones, un hombre que no es conocido por su paciencia.

Uno de los grandes saltos, sí, empiezan el año con una cuota bastante alta de optimismo, sobre todo por lo que ya mostraron el año pasado en defensiva, la cual recibe con los brazos abiertos la incorporación de Khalil Mack para darle aun más potencial de la que ya tienen. Es cosa de imaginar, con Roquan Smith (candidato desde ya a ser el novato defensivo del año) y Danny Trevathan como Linebackers y con Khalil Mack ahí delante y tus hijos andando en bicicleta, serán del terror, así que ojo con ellos. Por el otro lado, el 2017 de Trubisky fue como esa mina criada en el campo que ya está llegando a los 20 y la han tenido toda su vida sometida en la casa, llenándola de trancas, cero fiestas, cero parejas, cartucha total, sin poder salir del cascarón, tal como el bueno de Mitchell, que fue guardado y llevándose de a poco, ahora, con la llegada de Matt Nagy (especialista en QB’s), debería descartucharse de una vez por todas y convertir a estos Bears en un equipo completo, porque parece tenerlo todo, un RB de categoría en Howard y un WR como Allen Robinson, de muy buenos años en Jacksonville. En resumen, estos Bears ya están en plena evolución, y en una división bastante complicada, le puede hacer la vida imposible a más de uno, y este año al menos parecen estar mejor parados.

Por primera vez en muchos años, no se hablará de la sequía de los Bills en playoffs, la racha se acabó y solo queda tratar de ratificar lo conseguido en la última temporada. Hay problemas graves eso sí en la línea ofensiva, ya los vivió Josh Allen, que cabeceó feo el sopi en ese partido de preseason en Cincinatti, justamente en otra de las múltiples situaciones que desnudaron a esa OL de papel que tienen. Con ello, el chosiano Nathan Pick-erman será el titular en el debut en Baltimore y tras las idas de Tyrod Taylor y el tatuado McCarron a Cleveland y Oakland respectivamente, el puesto de QB está por ahora en el aire, con 2 inexpertos peleándose por él. ¿Qué más tienen? Al Lechón, a Kelvin Benjamin, una defensiva regular, pero no brillante, y a un veterano barra brava que desde Quilpué alienta domingo a domingo (?)

El gran salto de esta edición del Power Ranking, la razón principal tiene nombre y apellido: Deshaun Watson. Quedamos locos con él tras lo que alcanzó a hacer, se estaba paseando a cuanta defensiva rival se le atravesara, jugaba partidos de antología y la locura estaba desatada hasta que se fue a la mierda con una lesión de rodilla. Este año parte de cero, tanto él como JJ Watt y otros tantos que se rompieron el año pasado, porque fue ese el problema en Houston durante el 2017, las lesiones de jugadores clave, que derivaron en una temporada para el olvido. Ahora buscan revancha, y tienen más hambre que niñito haitiano en la ventana de un McDonalds. ¿Tyrann Mathieu? Dámelo, dámelo siempre.

Comienza la era de Matt Patricia en Detroit. Por un lado, hay que revivir el ataque terrestre, ausente durante los últimos años, y para ello firmaron a LeGarrette Blount, que viene de ganar 2 anillos de Super Bowl en las últimas 2 temporadas, y por el otro, hay que hacer mejoras en esa defensiva, y Patricia parece ser el ideal para ello. Como lo mencionamos en el podcast del día que repasamos la NFC North, los Lions son un equipo sin mucho talento a la hora de repasar nombre por nombre, pero que supo mantenerse siempre ahí presente bajo el mando de Jim Caldwell. Ahora veremos qué tal lo hace el barbón.

Fue un 2017 difícil en el desierto, principalmente debido a las lesiones, pero aun así, los Cardinals se las arreglaron para terminar 8-8 a pesar de no tener a David Johnson y haber jugado con 3 QB’s a lo largo del año, los 3 ya no están (Palmer se retiró, Stanton se fue a Cleveland y Gabbert a Tennessee), a cambio, llegaron Sam niño de cristal Bradford (que de seguro comenzará como titular hasta que le pase algo, porque de eso estamos seguros), Mike Glennon y reclutaron a Josh Rosen. Regresa Johnson y lo tienen a Larry Fitzgerald, uno que amamos mucho. En la defensiva hay varias bajas notables, partiendo por Tyrann Mathieu y seguidos por Karlos Dansby, Tramon Williams y Tavon Branch. ¿Es un equipo en reconstrucción? Da la impresión que sí.

Qué chistoso lo que pasó todo el año pasado con Marvin Lewis, a quien dimos siempre como un cesante más una vez que finalizara la temporada, pero ahí está, comandando el barco en Cincinnati por decimosexta temporada. Talento acá hay de sobra por todos lados, hubo en un principio problemas para anotar puntos, rajaron al OC y cuando empezaron a repuntar, ya la temporada se estaba acabando, si se dieron el lujo de ganarle a los Ravens en el último partido del año y dejarlos sin playoffs ahí mismo en su cancha y en su cara. ¿Qué depara para los Bengals? Si Dalton se mantiene regular, si el juego terrestre logra afianzarse con Mixon, si AJ Green sigue convirtiendo melones en TD’s y si Vontaze Burfict se toma las pastillas y se mantiene lúcido y sin mandarse cagadas dentro del campo, se puede.

Qué complicado se le viene a Seattle, equipo que acostumbramos ver siempre peleando en el último lustro, quedando fuera de playoffs por primera vez desde la temporada 2011 y por primera vez también en la carrera de Russell Wilson. La Legion Of Boom como tal ya no existe, se fue Sherman, Chancellor ya se retiró y la situación de Earl Thomas apenas empieza a resolverse por estos días. Abandonaron el buque también Sheldon Richardson, Michael Bennett y Cliff Avril. Quedaron pocos, no se mejoró la OL, todo seguirá igual con Wilson corriendo por su vida como nos tiene acostumbrados. Estamos en condiciones de decir que comienza la reconstrucción por esos lares, atrás quedará por un tiempo ese equipo aguja que se le plantaba a cualquiera y cuyo estadio era inexpugnable, se vienen tiempos difíciles.

El 2012 eligieron a RGIII con bombos y platillos y a Kirk Cousins como pick irrelevante, ya sabemos el curso que siguió la carrera de ambos, pues bien, todos los efectos de dicho draft llegaron a su fin tras la ida de Kirk Cousins a Minnesota y la llegada de Alex Smith al DC. ¿Quién ganará con todo esto? Recién lo veremos con el curso de la temporada. Ah, Adrian Peterson llegó para tratar de quemar sus últimos cartuchos, quizás qué vaya a salir de ahí.

Un desastre, un despelote total, desde que se confirmó el regreso de Jon Gruden a Oakland, con un contrato desproporcionado de 10 años y 100 palos, solo han venido desgracias. De partida, ¿Cómo le haces un contrato así a alguien que llevaba 9 años como comentarista de ESPN y maneja más que todo lo teórico sin ponerlo en práctica durante todo ese tiempo? Con razón no pudieron pagarle a Khalil Mack y no quedó otra que dejarlo ir. ¿Otra? Lo de Martavis Bryant, una tercera ronda desperdiciada al cortarlo hace unos días. La temporada empezó como el canto interno del ojete, y no tiene por donde revertirse, darán jugo.

De partida, no contarán con Winston durante los primeros 3 partidos por suspensión, así, deberán echar mano en Fitzpatrick, Pickpatrick, Fitzmagic, Fitzcaca, Fitzloquesea, etc, para iniciar la temporada en Foxborough, peor debut imposible. El año pasado desilusionaron, y por ahora van por las mismas, aunque su front seven se ve interesante, partiendo con Gerald McCoy y Vita Vea, selección de primera ronda en el último Draft, a ellos se les suman Kwon Alexander y Lavonte David. Por ahí va la cosa, se dependerá mucho de ellos, al menos para que cuando vuelva Winston no se haya perdido todo lo jugado.

Si el 2017 no fue el peor año en la historia de la franquicia, pega en el palo, les pasó de todo dentro del campo, incluido un partido donde se lesionaron todos sus WR’s, Eli se quedó solo y terminó perdiendo su récord de titularidades consecutivas, lo único vigente que le venía quedando. Hablemos de Saquon Barkley, debería tener un impacto inmediato en la liga, es una bestia, es el Fournette de este Draft, si fuese poco, llevaron a Nate Solder para mejorar esa desastrosa OL y en segunda ronda eligieron al G Will Hernández con el objetivo de crearle a Barkley los espacios necesarios para que arranque. La defensiva sufrió la baja de JPP (se fue a los Buccaneers) y DRC (Oakland), pero mantiene el grueso de nombres con los que se puede aspirar a algo. ¿Cuánto le va quedando a Eli? ¿No les queda la sensación de que está alargando su carrera por las puras?

La temporada 2018 de los Dolphins se sostendrá de un factor en particular: La rodilla de Ryan Tannehill, que volverá tras casi 2 años de ausencia, y vaya que dependerán de él porque llegó Oscaca como backup y con toda la intención de arruinar otra franquicia más en caso de una nueva lesión del titular. ¿Qué podría ser peor tras un funesto 2017? Pues bien, que juegue Oscaca. Llegó Danny Amendola, pero el gran problema acá es que suele rendir mucho más en playoffs que en temporada regular (así lo hizo en los Patriots los últimos años), y los Dolphins están lejos de siquiera aspirar a jugar en enero. Les llegó casi de regalo Minkah Fitzpatrick como primer pick en el draft, un jugadorazo que puede desempeñarse tanto como S como CB y que debería adaptarse sin problemas al rigor de la NFL. Se fueron Jarvis Landry, Julius Thomas, Mike Pouncey y el terrible Ndamukong Suh, pero la gente que llegó no está a la altura. Será otro año difícil en el acuario.

La temporada de los Colts partió mal sin siquiera haberse terminado la anterior, tenían confirmado a Josh McDaniels, OC de los Patriots, pero se echó para atrás apenas 2 días después del último Super Bowl y tuvieron que salir a buscar otro casi de emergencia cuando McDaniels ya les había dado el sí. De una vez por todas, Andrew Luck vuelve a los emparrillados tras una lesión en el hombro derecho que puso en duda incluso su futuro como jugador, además, reforzaron la OL en el Draft porque no les quedaba otra si querían seguir viendo a su QB franquicia. ¿La defensiva? No ha mejorado en nada, así que este equipo seguirá lejos de ser ese de los primeros años de Luck, ese que ganaba sin problemas la división y daba cara en playoffs. Por favor Adam Vinatieri, sigue jugando hasta los 60 si quieres, no te retires nunca.

Venimos hace tiempo hablando de la gestión de John Elway en Denver, uno de los mejores QB de la historia, no le ha achuntado a ni una desde el retiro de Peyton Manning, primero trayendo a Trevor Siemian y luego subiendo en el Draft para quedarse con Paxton Lynch, el cual fue cortado el pasado fin de semana. Ahora llegó Case Keenum, luego de un brillante 2017 en los Vikings y con el objetivo de por fin volver a tener un QB, no de elite, sino que por lo menos decente, porque puta que les ha pesado eso en las últimas campañas, y Keenum al menos ya viene probado, a diferencia de los inexpertos ya mencionados, da más confianza, al menos en la previa. ¿Quién correrá en Denver tras la ida de CJ Anderson a Carolina? ¿Mejorará esa OL, tan vapuleada el año pasado? ¿Qué le dará Bradley Chubb a esa defensiva? ¿Logrará Vance Joseph enmendar el rumbo? Todo comenzará a resolverse desde este fin de semana.

Tras la ida de Bridgewater a los Saints, Sam Darnold fue confirmado de inmediato como el QB titular para el debut del lunes en Detroit, ahora, el gran problema es que no hay WR’s, ni OL, así que lo tirarán literalmente a los leones de una y sin mucho donde agarrarse, peor debut imposible. El año pasado se mostraron competitivos a ratos, sobre todo a inicios de temporada, pero terminaron sucumbiendo, hicieron lo que pudieron y terminaron 5-11, esta temporada parece que será similar, aunque Todd Bowles ha demostrado ser un HC muy capaz, pero mucho donde echar mano no tiene.

¿Alguien se acuerda cuándo fue la última victoria de los Browns? Pasaron más o menos 34 años, creo. ¿Qué es peor que tener un año bien como el canto interno del ojete? Sí, tener 2 años así, tal como le pasó a los pobres cafecitos, que no entiendo como todavía no rajaron a Hue Jackson, el gran artífice de estas 2 temporadas de mierda, es que es impresionante la capacidad que tiene de convertir todo lo que toca en caca, le dieron la confianza para este nuevo año y mientras siga él, difícil que el panorama cambie, creo. Hay talento, por todos lados, pero parten con la mochila de ese 1-31 nefasto y actualmente vigente. Ya no sé qué más esperar de ellos, más que nos sigan dando muchas risas y sigan en el fondo de este ranking. Es más, Bud Light, repartió varios refris con chelas entre distintos pubs de Cleveland, los refris están cerrados con cadenas y candados para recién abrirse el día que los Browns vuelvan a ganar un partido, es decir, el día del pico jijijijijiji

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