Bobby Petrino es conocido como entrenador de fútbol americano pero no por las razones adecuadas.
Bobby Petrino tiene una historia de traiciónes y mentiras difícilmente igualables. Ya sea en su paso por Louisville, Atlanta Falcons, Arkansas, Western Kentucky o una vez más Louisville, se descubrió como uno de los mayores villanos de todo el fútbol americano. Todo lo bueno que tiene de entrenador, lo tiene de moralmente reprobable respecto a su comportamiento. Hoy, cuando le vuelven a pedir que vuelva, repasaremos todos los momentos en los cuales su carácter más asqueroso salió a la luz y todos los entrenadores que le odian (los cuales no son pocos).
Tom Coughlin y el posterior engaño con Auburn/Louisville
Bobby Petrino arrancó su carrera como entrenador en 1983 en Carroll. Poco a poco, fue ascendiendo en el escalafón y acercandose a la División I de la NCAA. Para 1998 ya estaba como coordinador ofensivo de Louisville y en ese momento, Bobby Petrino recibió la llamada de Tom Coughlin para estar en la NFL. Petrino aceptó y en el primer año tomó el rol de entrenador de QBs para en su tercera temporada ser coordinador ofensivo. Todo parecía ir bien a pesar de que los Jaguars habían acabado por primera vez en mucho tiempo 6-10 y Coughlin decidió confiar en Petrino para continuar un año más junto a él. Petrino tampoco dijo nunca en contra de esta posición o informó al entrenador jefe de que iba a buscar otro puesto.
Cuando Petrino fue presentado como coordinador ofensivo de Auburn ese mismo año, Coughlin entró en cólera. Según los comentaristas, nunca volvió a hablar con él porque aquello era una traición (no se había molestado en avisarle siquiera). Coughlin sería despedido al finalizar la siguiente temporada. Su paso por Auburn fue corto debido a que en la siguiente temporada empezaría su andadura como HC en Louisville. Su primer año en la universidad fue realmente positivo, consiguiendo acabar 9-4 y mejorando los resultados anteriores. Pero mientras que proclamaba su amor a Louisville y lo bien que se sentía, negociaba con Auburn para echar a su antiguo jefe, Tommy Tuberville, y a espaldas de su propio equipo.
Petrino negó todo esto pero varios periodistas le mostraron documentación de todo lo dicho sobre sus negocios con Auburn. Bobby intentó evitar reconocerlo y solo tuvo valor a hacerlo cuando la propia Auburn confirmó los contactos y que Tuberville seguiría en el cargo. En ese momento, Petrino dio la primera muestra de lo que sería su seña de identidad: Ruedas de prensa implorando el perdón del público porque no sabía lo que hacia. Louisville le concedió el perdón y durante las siguientes tres temporadas seguiría en el equipo con su mismo contrato. En esos años se sabe que negoció con los Oakland Raiders (NFL), Notre Dame y LSU (NCAA). Según las noticias de la época, este número sería muchísimo más amplio.
Debido a que no se había marchado, en 2006 Louisville le hizo un contrato de 10 años, con Petrino dándose golpes en el pecho y afirmando que no iba a irse a ningún lado. Incluso en esa entrevista aseguró que el buyout de su contrato estaba puesto para que nadie pudiese firmarle. Todo era alegría y Louisville acabaría con un espectacular 12-1 la temporada. Los jugadores creían en el National Championship para el año siguiente y todo el mundo creía que Petrino seguiría. Exactamente 6 meses después de firmar su contrato de 10 años, el entrenador confirmó que se marcharía a los Atlanta Falcons. Una vez más, los jugadores no habían sido informados de esto pero se asumía que el entrenador pues había decidido ir a la categoría superior y no fue tan mal visto (salvo por la administración de Louisville, a la cual le pegó un interesante sablazo).
Top 3 peores entrenadores NFL de la historia.
Pero el paso de Petrino por Atlanta empezó realmente mal. A Bobby se le firmó como genio ofensivo y se creía que serviría para desarrollar el juego de Michael Vick. Esto nunca lo sabremos debido a que Vick sería sancionado por las peleas de perros y no jugaría un solo snap bajo el mando de Petrino. Esto de por sí era negativo, pero la realidad es que varias personas avisaron a Blank de que las cosas iban mal. En los primeros 60 días varios veteranos del equipo le llamaron para decirle que estaba comportandose más como un profesor de instituto estricto que como un entrenador de fútbol. La temporada fue sencillamente desastrosa, con 3 victorias y 8 derrotas en los primeros 11 partidos de la temporada.
Ese mismo día saldría diciendo que estaba centrado en el equipo y que en ningún caso se marcharía por culpa de la baja de Michael Vick. Tras otra derrota, llegamos al MNF, donde Atlanta se enfrentariá a los New Orleans Saints. Antes del partido, Petrino fue a hablar con Blank y le pidió al propietario que dijese que tenía un entrenador en la entrevista con ESPN. Arthur Blank confirmó a su entrenador y se marchó a su casa, las siguientes horas son increíbles y por eso pido al lector que se las tome en serio. Esto es lo que ocurrió punto por punto.
- Lunes 10 de diciembre 2007: Los Atlanta Falcons pierden frente a New Orleans Saints. Blank sale en televisión ratificando a Petrino en su puesto. Esa misma mañana Vick es condenado a prisión por las peleas de perros y Petrino dice que “es curioso el día de la sentencia”.
- Mañana 11 de diciembre 2007: Los jugadores y entrenadores de Atlanta se encuentran con una nota de 74 palabras donde Petrino escribe en cuatro líneas que se marcha y se despide de todos ellos.
- Tarde/Noche 11 de diciembre 2007: 7 horas después de que los jugadores se encuentren con la nota, Bobby Petrino aparece en Arkansas para confirmarse como el nuevo entrenador de los Razorbacks.
En menos de 24 horas, humilló de forma pública a Arthur Blank, dejó en la estacada a sus entrenadores y jugadores y firmó con otro equipo. Las respuestas en Atlanta entran dentro de la más absoluta rabia, con todo el mundo habiendo sido golpeado a traición. La nota, que era de chiste, fue respondida con un cobarde por parte de Lawyer Milloy, quién se la entregó así a la prensa. Nadie más habló ese día sobre Petrino hasta tres años más tarde. Preguntado Zimmer por su opinión sobre Petrino, el ex coordinador defensivo de Atlanta lo llamó bastardo y afirmó que nadie entiende lo que es eso para un coordinador pero puso en peligro el sueldo de su familia y su propio futuro como entrenador.
Vuelta a la NCAA y el accidente de moto
La llegada a la NCAA fue envuelta en polémica y más cuando Louisville tuvo que limpiar a casi la mitad de los jugadores de la era Petrino por graves problemas de conducta que habían sido debidamente ocultados. Pero dentro del emparrillado el equipo creció y creció. De un 5-7, los Razorbacks pasarían a un histórico 11-2 en 2011, ganando la Cotton Bowl y teniendo el mejor resultado desde 1977 al acabar quintos en los rankings de entrenadores y AP. Cuando solo pierdes ante Alabama y LSU tienes prácticamente asegurado el puesto, pero en este caso Petrino no seguiría el año siguiente por una de las situaciones más locas que se recuerdan. Antes de seguir con la historia, todo lo que hemos visto de Petrino es que es un mentiroso compulsivo, en esto no sería distinto.
Bobby Petrino sufrió un grave accidente de moto el 1 de abril de 2012 que le provoca tener que llevar collarín para su siguiente rueda de prensa. En la misma, los periodistas le preguntan de una forma bastante clara si iba acompañado o no. El entrenador dijo que no y que estaba bien y que agradecía a su familia todo lo que le habían ayudado etc. Y de todo lo que dijo era real…. Nada. Porque lo que se descubrió del accidente fue que Petrino no iba solo, iba con una joven representante de la universidad. Esta joven, ex jugador del equipo de voleyball, resultó ser también su amante y la había introducido en el equipo por encima de personas más cualificadas. Para agravar el problema, pidió a un testigo que no llamase al 911 para que no viesen a la joven y Arkansas afirmó que el entrenador estaba solo.
10 días después, Petrino sería despedido gracias a sus mentiras. Además de haber mentido al director deportivo, provocando un comunicado falso, se confirmó que Bobby le había dado más de 20.000 dólares durante esos últimos días contratado a su amante para que no hablase. Petrino sonó para múltiples equipos de NFL y NCAA pero finalmente acabó la siguiente temporada en Western Kentucky, con todo el mundo asumiendo que este contrato sería corto y sin que Petrino jurase amor eterno a su nueva casa.
Vuelta a Louisville y “el perdón”.
Una vez más se descubrió que Arkansas tenía un desastre por defensa en cuanto Petrino se marchó y se empezó a hablar de que había hundido a la universidad. Por otro lado, ya en 2014, Louisville volvería a firmarle por tercera vez en su carrera, segunda como HC. A pesar de que consiguió llevar a Lamar Jackson a cotas inimaginables, fue despedido en 2018 después de una temporada desastrosa con un récord de 2-8 cuando le dejaron ir. Pero aún en estos 3 años de momentos positivos y una temporada negativa, Petrino se vería envuelto en otro par de polémicas.
La principal fue la filtración del playbook de Wake Forest junto antes de su enfrentamiento con Louisville. A pesar de que el entrenador negase por activa y por pasiva su conocimiento, se confirmó que uno de sus asistentes le había dado lo filtrado a los entrenadores defensivos para que lo usasen. El asistente fue sancionado y todo quedó en que o bien Petrino lo sabía, o bien era uno de los pocos que no tenía ningún conocimiento de la materia. Sobre su despido se logró llevar 14 millones de buyout, lo cual demuestra la desesperación de Louisville por deshacerse de su entrenador.
Finalmente, Petrino volvió a salir a la luz este mismo septiembre. Los Razorbacks están teniendo unos años desastrosos y no son pocas las voces que piden la vuelta de Petrino por ser todo “un fallo personal que cualquiera podría tener”. En una especie de reunión en Little Rock afirmó que Arkansas había sido su casa y que se había sentido muy querido, pidiendo perdón por esos problemas personales. Bobby es evidente que no se ha retirado y que está muy interesado en volver a un vestuario donde sabe que va a ser adorado por gran parte de la afición, la cual añora los años de Petrino donde todo el mundo creía que podrían aspirar a participar en los Playoffs.
Pero creo sinceramente que Bobby Petrino no es la respuesta a ninguna pregunta positiva. Mal trato con sus jugadores, demostraciones públicas de que es un mentiroso, falta de honor, carácter intransigente y más de 15 años donde el escándalo ha ido acompañado a su nombre. Seguramente volvamos a ver a Petrino en uno o dos años en un banquillo, pero su historia es una historia para no dormir. Es la pesadilla ideal para el Halloween 2019. Pesadilla en una moto plagada de engaños.
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