En la Semana 11 de la NFL, los New England Patriots salieron victoriosos de un complicado duelo con los Philadelphia Eagles. Fue difícil para los Pats, ya que tuvieron problemas para establecerse en ofensiva. Están sintiendo las diversas bajas por lesión, como Isaiah Wynn, quien es un pilar como tackle ofensivo y James Develin, quien es clave en el juego de acarreos. Les está costando colocar buenos bloqueos, en este partido quedaron en 74 yardas corridas, y con este ya son tres juegos consecutivos en que suman menos de 80 yardas terrestres. Ante la ineficiencia para correr, los Patriots han tenido que lanzar más de lo pensado. De hecho, Tom Brady lanzó 47 pases en el reciente juego, siendo su mayor cantidad de intentos en la temporada. Además de tener que lanzar más, Brady estuvo bajo mucha presión, lo cual precipitó algunos de sus envíos.

Si bien pudieron sumar yardas por aire, el único touchdown lo consiguieron mediante una jugada especial, en la que Julian Edelman lanzó un pase que atrapó Phillip Dorsett dentro del endzone. Además de las lesiones, los Patriots están adaptando a nuevos jugadores dentro de su esquema, como Benjamin Watson, N’Keal Harry y Mohamed Sanu, quienes llevan muy pocos partidos. Lo bueno del caso, es que los Patriots no están comprometiendo el balón ni menos perdiéndolo. Acabaron la visita a Philly sin balones perdidos, mientras que la defensiva aseguró la ventaja en el cuarto período. En medio de las lesiones y otras complicaciones, los Patriots están encontrando formas de ocultar deficiencias y sobre todo, siguen encontrando formas de ganar partidos. No están luciendo, pero son lo suficientemente productivos.

Por su parte, los Eagles viven sus propios problemas. El domingo tuvieron dificultades para correr en todo el partido, en particular desde el segundo cuarto, cuando los Patriots ajustaron en defensiva, cerrando muchos espacios a Miles Sanders y Boston Scott, quienes apenas sumaron 64 yardas en 18 acarreos. En general, la línea estuvo muy apremiada por la presión que colocaban los Pats y sus problemas crecieron luego de la lesión de Lane Johnson. Una secuencia muy repetida en el partido fue ver a Carson Wentz saliendo del pocket para evitar una captura, y luego ver si podía encontrar algún receptor. El mariscal de Philadelphia estuvo asediado toda la tarde, sufrió cinco capturas además de 12 golpes propinados al momento de lanzar. Luego de convertir 10 puntos en las primeras tres posesiones, despejaron en siete de sus siguientes diez marchas y en cinco ocasiones, ni siquiera avanzaron 10 yardas.

En reiteradas situaciones, enfrentaron jugadas de largo trayecto, razón que explica el discreto 3-13 en terceras oportunidades. Tuvieron muchos problemas, pero pudieron tener otro resultado de no haber sido por los pases que dejaron caer los receptores, algunos de esos en momentos clave. Zach Ertz fue el mejor receptor de los Eagles con 94 yardas en 9 atrapadas. Dallas Goedert anotó el único touchdown, recibió tres balones aunque fueron sobre seis pases lanzados en su dirección. Pero el caso más preocupante fue Nelson Agholor. Nueve balones fueron lanzados hacia él, atrapó apenas cuatro. Entre esos pases que no atrapó, estuvo aquel que soltó en el endzone el cual hubiese puesto a Philly a punto de empatar, con poco más de un minuto por jugar en el partido. Una jugada que bien pudiera ilustrar su actual rendimiento (5-5).

La nota baja de la semana ocurrió en Cleveland, en el epílogo del duelo entre los Browns y los Steelers. En una jugada en que Mason Rudolph había completado un pase corto, este cae con Myles Garrett y en el suelo tienen un altercado, donde Garrett acaba quitándole el casco a Rudolph y lo golpea con el mismo en la cabeza (!). Acto seguido, se generó una trifulca en la que dos jugadores de Pittsburgh fueron a golpear a Garrett, uno de ellos fue Maurkice Pouncey quien pateó en el suelo a Garrett. Lógicamente, hubo jugadores descalificados: Garrett y Larry Ogunjobi, este por haber empujado por detrás a Rudolph. Aún en la victoria, los Cleveland Browns están destiñendo y ese acto criminal de Garrett bien serviría de ejemplo para entender la indisciplina que aqueja a todo ese conjunto.

Garrett ya fue suspendido por el resto de la temporada y estará fuera por tiempo indefinido, y no sorprendería si es que no vuelve a jugar en la liga. Lo que hizo el jueves pasado no tiene precedente y corrió con suerte, ya que pudo haberle causado una conmoción a Rudolph o hasta pudo haberlo matado con ese golpe. Parece exagerado, pero se sabe acerca de lo peligrosos que son los golpes en la cabeza, más si un jugador está desprotegido. En el fútbol americano, el casco se usa de protección, nunca como un arma. Al parecer, el ala defensiva de los Browns lo olvidó y por culpa de él mismo, podría quedar vetado de seguir jugando más adelante.

Artículo original en Gringo Sports: https://gringosports.blogspot.com/2019/11/conflictos.html

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