CHRISTOPHER HOLMES, @cholmess

Como ya todos saben, Antonio Brown está en New England, entrenando en el centro TB12 y en buena posición para jugar el domingo. Cuando los Steelers estaban ofreciendo a Brown en marzo, los Patriots se acercaron a ofrecer una primera ronda. Pese a ser el destino de preferencia de Brown, fue rechazado por Pittsburgh. No querían que New England se distanciara más todavía. Finalmente, después de varios escándalos, terminó igual en Boston.

No es la primera vez que los Patriots toman riesgos así. Algunos han funcionado como Corey Dillon y Randy Moss, mientras que otros como Chad Johnson y Albert Haynesworth fueron un fracaso rotundo. Por la posición de Brown, se compara mucho con la llegada de Randy Moss. De hecho, había un video de Schefter cuando Moss llegó a los Patriots. Si cambiabas el nombre por Brown, es prácticamente el mismo discurso. Los Patriots le dan una oportunidad privilegiada a Brown de ganar un título y meter su nombre entre los mejores de la historia. Demostraron la semana pasada que no necesitan a Brown y se debería mantener a raya. Era su destino preferido, ¿qué puede salir mal, cierto?

Ese pensamiento racional no aplica necesariamente a Brown y es la razón por la que no pienso que adoptará el Patriot Way por mucho tiempo. En primer lugar, dejó a su primer equipo, que lo reclutó en la sexta ronda, lo convirtió en una estrella y en un millonario. Pese a las tensiones con Big Ben, la producción de ambos era indiscutible y fueron un contendiente por años. La relación llegó a su final el año pasado y Brown forzó su salida por redes sociales. Fue el principio de un largo camino de comportamiento errático de AB. Si bien no fue un modelo a seguir cuando estuvo en los Steelers, ahora fue un poco más allá y en la organización no lo toleraron.

Luego fue a un lugar donde podía ser todo lo que quería ser: los Raiders de Oakland y próximamente, Las Vegas. AB en Las Vegas hubiera sido un espectáculo, must see TV. Además de ganar más por el menor impuesto estatal, Las Vegas parecía el lugar perfecto para Brown. Cualquiera que vio Hard Knocks se puede dar cuenta que es una verdadera estrella. Mejor todavía, estaba con un entrenador que lo dejaba hacer lo que quería y lo apoyaba en todas sus locuras. Desde la pelea ridícula por el casco y su problema en los pies, salían reportes que Brown, en las reuniones de entrenamiento, revisaba sus redes sociales y sus cuentas en el banco. A veces no llegaba a entrenar y se entiende que no podía por sus pies, pero tenía que estar en el lugar recuperándose. Después amenazó con retirarse, seguía sin ir a practicar si no quería, amenazó con pegarle a su GM, decirle el diablo por redes sociales y mucho más. Pese a todos esos escándalos, Gruden seguía convencido que tenían que tener a Brown en la cancha y lo seguía apoyando. Probablemente, cualquier otro equipo lo hubiera cortado antes.

¿Fue suficiente esto para que Brown se convenciera de quedarse en Oakland? No. Nuevamente forzó su salida por redes sociales con un comportamiento igual o más errático que el de hace seis meses. ¿Les parece un comportamiento racional? ¿Alguien cree que Belichick aguantará un 10% de lo que soportó Gruden?

Como dije antes, este fue el destino de Brown y todos saben que esperar en Foxborough. El problema es que una cosa es esperarlo y la otra vivirlo. Recordé esta nota del 2011 (https://africa.espn.com/boston/nfl/story/_/id/7518409/bill-belichick-everybody-critic-film-sessions) donde detalla el humillante proceso de revisar jugadas después de los partidos. Algunas revisiones duraban no solo semanas, llegaban hasta varios años después. Al menos se salvaban las estrellas supongo. No precisamente. Tedy Bruschi vio como lo humillaban por 6 años hasta que le tuvo que pedir si podían cambiar la jugada. Brady también ha sido objeto del trato irónico de Yoda. Imagínense humillar a la leyenda de la franquicia frente a todo tu equipo por un mal pase. Belichick siempre ha dicho que el no trata a nadie diferente en su equipo y lo lleva al pie de la letra.

¿Cómo creen que Brown reaccionará ante una crítica de Belichick? Soy de los que piensa que detonará una explosión en él y armará sus berrinches de niño chico. No me lo imagino quedándose quieto y aceptando la crítica. Si Brown no soporto que Juju fuera MVP de los Steelers el año pasado, me imagino que no tiene mucha tolerancia a la frustración.

Para cualquier persona que haya jugado fantasy alguna vez, sabe que los Patriots son un equipo que reparte para todos lados la pelota. Desde los corredores a los receptores, se trata de quién está abierto y no de un nombre en particular. No solamente eso, la ofensiva se adapta a lo que mejor sirva para esa semana. En general, no hay una identidad ofensiva definida. Brown tuvo varios exabruptos cuando no le llegaba la pelota en Pittsburgh. ¿Aceptará que puede haber partidos que no le dirijan 5 pases o tener menos de 50 yardas en encuentros seguidos? La filosofía de Brady es que si estás abierto te hará llegar la pelota, pero el libro de los Patriots es muy complejo. No es llegar y jugar, hemos visto como varios receptores que llegan a mitad de temporada tienen problemas.

Aparentemente Brown podría jugar el domingo, aunque no sabemos cuanto. Hay varios receptores que tienen más experiencia en el sistema, además de éxito en este. Edelman viene de ser el Super Bowl MVP, Dorsett está en su 3 año y viene de un buen primer partido, Gordon parece más cerca de su versión 2013 que nunca y Meyers está en ascenso. Probablemente ninguno está al nivel del talento y habilidad de Brown, pero eso no importa en New England. Ya sin Brown, era uno de los grupos más talentosos de receptores que ha tenido en los últimos años.

Brown, en este momento, es extremadamente volátil y es una bomba de tiempo. Le puede parecer interesante jugar en New England, pero no aceptarán si se pasa de la raya y me gustaría ver como reacciona si lo ponen en su lugar. Ya empezó su primera semana con unas acusaciones de violación y se han dedicado a responder preguntas de eso. Belichick es alguien que no le gustan las distracciones y ya partieron con una. No hay mejor organización en callar el ruido que esta, pero tienen un límite.

Chad Johnson fracasó en los Patriots porque lo hicieron jugar un juego que no era el suyo. Si bien no es el caso de Brown, quieren hacerlo encajar en un ambiente que no es el suyo. Estén atentos porque esto se puede desarmar rápido.  

STÉFANO PRIETO, @Stefano_USA

Mi respuesta a la pregunta es un SI rotundo. Cierto que tras el bochornoso espectáculo protagonizado durante el último mes cuesta mucho imaginarse a un Brown tranquilo y fuera de todos los focos. Sin embargo, tal y como predica el refranero español, muerto el perro se acabó la rabia. Y en este caso el perro no era otra cosa que conseguir el despido de Raiders y poder firmar por New England.

Esto no quiere decir que dejemos de ver las excentricidades del receptor. Él es así por naturaleza y el afán de protagonismo siempre le va acompañar, pero de ahora en adelante veremos a un Antoñito mucho más comedido y sobre todo centrado en lo que él mejor sabe hacer (posiblemente lo único que sepa hacer) que no es otra cosa que jugar al fútbol americano.

Además, si por alguna razón apareciera cualquier atisbo de querer cruzar la línea entre el bien y el mal en esta ocasión será el mismísimo Bill Belichick a quien tendrá que enfrentar. Palabras mayores. La mayor figura de la NFL en términos de dirección y gestión de una franquicia es un hueso duro de roer. Es más, diría que uno imposible. Nada que ver con el alma cándida de Mike Tomlin o el carácter circense de John Gruden.

Brown es una persona mucho más inteligente de lo que todos nosotros pensamos. Tocado del ala sí, pero inteligente. Para muestra el hecho de haber sido capaz de salir de dos equipos en los que no quería jugar en menos de un año y dentro de una liga donde prácticamente todo funciona al son de los propietarios. Poca broma. Otros jugadores, sin ir más lejos su compañero Bell, han tenido que pasar toda una temporada en blanco y sin cobrar para poder elegir destino. Brown ha conseguido lo mismo por la vía rápida y sin perder un solo centavo.

Es verdad que esta misma semana y estando ya en Foxboro han vuelto a sonar las alarmas en torno al jugador, esta vez a través de una denuncia por una presunta agresión sexual y acoso por parte de una expreparadora física que trabajaba para él. Otro capítulo más en su agitado currículum. No obstante, primero esta por ver cuánto de cierto hay y en segundo lugar, antes de calificar de manera irracional la información que nos llega desde las fuentes más respetadas de la liga debemos esperar un esclarecimiento de los hechos. Esto no significa que ni me crea que de verdad ha sucedido ni que piense que la chica esta mintiendo, pero es un tema demasiado peliagudo como para juzgar antes de tiempo.

Esto no significa que la propia NFL vaya a tomar cartas en el asunto e incluso pueda interponer una sanción al jugador como ya hemos visto en otras situaciones similares, en las que el comisionado se ha movido por encima incluso de la propia justicia. No obstante, esto no se traduce en que los Patriots vayan a tirar por el mismo camino y estoy convencido que van a llevar el asunto con pies de plomo. Inclusive, por más que Goodell lo sancione, es de esperar que Belichick no rescinda el contrato de Brown si nunca llegan las pruebas suficientes para considerarle culpable.

Además, este tipo de casos suelen ser muy largos. La historia reciente nos ha enseñado que estos procesos pueden demorarse hasta meses a través de las distintas fases que conllevan: investigación, declaraciones, sentencia, apelación y resolución. No me extrañaría que si finalmente acaba llegando castigo este entrara en vigencia la próxima campaña. Sería raro ver como AB cumple eventualmente una posible sanción este mismo 2019. El caso es peliagudo así que podemos llenarnos de paciencia porque va a ir para largo.

Dejando de lado este asunto lo que Brown ansía es pegarles con todo en la cara a los Steelers y eso no significa otra cosa que no sea luchar por el anillo. Un anillo que le ha dado la espalda durante toda su trayectoria en la franquicia acerera. Estoy convencido que esta fue la razón de mayor peso por la que decidió jugar con los Pats. Recalar en el mayor rival de Pittsburgh (dejando de lado el pique divisional con Ravens), uno que no solo se encuentra un par de escalones por encima como viene demostrando desde hace tiempo, sino que además está en total disposición de luchar por el título.

Es show de Brown va a continuar, pero esta vez de una forma muy diferente. El espectáculo lo va a dar dentro de un campo de football. Si ya se forraba con Big Ben imaginaos lo que puede hacer con Brady como “mejor amigo”. De hecho, si el receptor ya es de la partida este mismo fin de semana frente a los defenestrados Dolphins, perdiéndose de esta forma una sola jornada, no me extrañaría nada que estuviera en las quinielas para hacerse con el galardón de mejor jugador ofensivo de la temporada. Sus números jugando al lado de Brady y bajo las órdenes de Josh McDaniels pueden ser de otro planeta y lo más normal es que estuviéramos ante un caso muy similar al de Randy Moss, en todos los sentidos

No solo tenemos que prepararnos para ver a Brown todo el año como jugador patriota, sino que debemos hacerlo para verle triunfar. No hay más. Uno de los mejores en el mejor equipo, tan simple como eso. En cuanto comiencen a llegar sus exhibiciones todos nos olvidaremos de la comedia que ha protagonizado durante el receso, sobretodo los seguidores de New England, quienes van a poder disfrutar no solo del juego de uno de los receptores más dominantes del siglo XXI sino que también van a poder saborear el éxito que finalmente va a desencadenar su aterrizaje en Foxboro. El Imperio no para de crecer.

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