La novena semana de la NFL dejó como principal suceso el triunfo de los Baltimore Ravens sobre los New England Patriots, cortando el invicto que traían estos últimos para este partido. Los Ravens aprovecharon su localía y demuestran ser un equipo serio. Por su personal y estrategia se pensaba que al menos podrían darles pelea a los vigentes campeones. Además del triunfo, lograron imponer su juego de acarreos además de una defensa que sacó a Tom Brady de su zona de confort.

En primer lugar, queda claro que los Ravens están armados para correr y mucho con el balón. Mark Ingram ha encajado bien dentro del equipo tras su llegada en la agencia libre, y el mariscal de segundo año Lamar Jackson es peligroso corriendo y lanzando (en ese orden). Junto con ellos también participaron activamente el domingo el corredor suplente Gus Edwards, el fullback Patrick Ricard y un trío de tight ends, donde sobresale Nick Boyle. Todos ellos ayudaron primero para darle solidez a la línea ofensiva y luego, ayudaron para abrir camino a las distintas jugadas, acarreos convencionales o bien, variables de Run Pass Option donde Jackson le daba el balón a un corredor o bien se lo quedaba y corría el mismo.

La variedad de formaciones y movimientos previos al snap ayudaron también a desbalancear la defensiva patriota y con ello, hubo mucho espacio para que atacaran los corredores de Baltimore. En reiteradas ocasiones probaron formaciones de tres corredores, doble tight end e incluso, jugaron muchas formaciones pistol, donde bordearon las 7.0 yardas por intento cuando usaban esa alternativa. En tres de sus cuatro ofensivas que derivaron en touchdown, consumieron al menos seis minutos y en total, los Ravens sumaron 210 yardas en 41 acarreos con 3 touchdowns, de los cuales dos convirtió Jackson. En la primera anotación, con una sola finta creó el espacio para correr y en la segunda, dejó a tres defensivos atrás luego de evadir la presión que acechaba.

Claramente, Lamar Jackson es un jugador difícil de enfrentar por sus virtudes atléticas. Corre bien con el balón y sabe ejecutar maniobras para desarmar defensivas, parte de su repertorio era el que ejecutaba a nivel universitario y si bien, comienza a madurar como pasador, continúa siendo alguien que corre como primera opción y cuidado, si continúa exponiendo el físico como lo ha hecho desde su ingreso a la liga, quizás no dure tantos años. Veremos cuanto y como sigue evolucionando como pasador, el domingo anduvo bien: completó 17 de 23 intentos, sumó 163 yardas y un touchdown. Ha subido su eficiencia del 58.2% del año pasado al actual 64.3% y su rating ha subido del 84.5 del año anterior al actual 95.4. Es posible que tenga mayores desafíos cuando los rivales controlen sus acarreos y deba hacer más jugadas en el pocket.

En defensa, Baltimore perdió jugadores durante el receso, pero igualmente se ha mantenido en (relativo) buen nivel en la temporada. A pesar tener la quinta cantidad más baja de capturas con 14, los Ravens insisten con presionar a los pasadores contrarios, registrando la segunda mayor proporción de blitzes en la liga, con 47.6%. De hecho, el domingo solían mandar mucha presión sobre Brady, en situaciones claras de pase (3° downs). Usan mucho a los linebackers como Matt Judon o Jaylon Ferguson, quienes alinean como LB o en la línea defensiva, creando una variedad en cuanto a las formaciones defensivas. Además, en algunas jugadas también presionaban con jugadores de la secundaria, quienes rompían el pocket, obligando a Brady a tener que desplazarse. Capturaron solo dos veces al # 12 de New England, pero lo golpearon en 10 ocasiones.

Dada su situación divisional (líderes con 6-2), los Ravens bien pudieran avanzar a los playoffs y hasta a optar una posición alta dentro de su conferencia. Los Patriots seguramente sacarán muchas conclusiones y tendrán en cuenta todos los aspectos para corregir, sobre todo si se repite este duelo en enero. Pero Baltimore dio un gran paso de cara a convertirse en un contendiente, al vencer a los Pats, convirtiendo 37 puntos y casi doblando en tiempo de posesión. Jugaron sin miedo y apegados al plan diseñado por John Harbaugh, quien debe ser uno de los pocos coaches que se mide de igual a igual con Bill Belichick. De hecho, los Ravens han ganado cuatro de diez partidos a los Patriots, desde que son dirigidos por Harbaugh (2008 al presente), incluyendo dos triunfos de visita en postemporada. Una fórmula que se vuelve una amenaza.

Artículo original en Gringo Sports: https://gringosports.blogspot.com/2019/11/cuervos-amenazantes.html

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