Crónica publicada originalmente en Gringo Sports, en noviembre de 2018. Retrata la experiencia de mi primer partido de la NFL In Situ. Enlace original: https://gringosports.blogspot.com/2018/11/eastern-coast-trip-i.html

New Jersey / 28 de octubre, 2018. Tengo 18 años viendo deportes norteamericanos por tv. Hasta este año, ni siquiera había considerado la idea de viajar a Estados Unidos, básicamente por un asunto de costos (es caro hacerse un viaje a EE.UU). Pero hace unos meses se dio el caso que mi hermana mayor planificó un viaje a New York para las fechas de Halloween, junto con su familia, para el que me propuso también ir con ellos. Conciente de los costos, acepté y quise ir. Era la oportunidad de viajar por fin a EE.UU y con ello, por fin estaba la chance de asistir a ver in situ esos partidos que toda la vida he visto por tv, por tantos años y a miles de kilómetros de distancia.

Las reservas ya estaban hechas de hace varias semanas. Previo al viaje, no tenía grandes expectativas ni imaginaba tantas cosas. Quizás sean los años y los tropiezos, pero al parecer ya no me hago tantas ilusiones antes que ocurra algo. Y parece que es la mejor opción, pero ese es otro tema. Llegamos a NYC el día 27, después de un viaje que duró toda la noche. Y al día siguiente, era el momento de ir al Metlife Stadium en East Rutherford, porque se iban a enfrentar los New York Giants con los Washington Redskins. Mi primer partido en Estados Unidos era uno de NFL, el show deportivo norteamericano por excelencia.

Ya que veo los partidos y sigo la actualidad de la liga, sabía que no iba a ver a los mejores equipos del mundo. Los Redskins andan relativamente bien este año, pero los Giants no dan pie con bola y han ganado solo un partido. Consciente de aquello, mi enfoque era vivir la experiencia de un partido de NFL en el estadio. El cuento no partió tan bien, ya que debido a contratiempos, se atrasó el bus y llegué al estadio con el partido encima. De hecho, estaba en la fila cuando ya estaban cantando el himno. Por lo tanto, no pude captar el ambiente previo y llegué directamente al partido. De una y sin preámbulos, a la acción.

Se nota que en Estados Unidos tienen todo muy planificado. El Metlife Stadium queda ubicado en un suburbio, un territorio dedicado exclusivamente para este enorme y moderno recinto, junto con sus estacionamientos que son muy amplios. Por dentro, los accesos son muy claros y expeditos. Todo señalizado y si estás perdido, siempre habrá alguien que te ayude a encontrar tu ubicación. Tenía ubicación en la bandeja más alta y mi primer golpe de vista, al entrar a la cancha fue ver algo parecido a una mesa de billar. La cancha y con el logo de NFL en el centro se veía pulcra y muy bien hecha. No parecía ser algo real o lo que uno entendería como real. Mejor que en tv, claramente.

Pese a los resultados, el público neoyorquino acompaña y apoya mucho a sus equipos. Se nota que los Giants son el equipo popular de fútbol americano, en comparación a los Jets. El estadio era casi totalmente azul, tal como los uniformes de los Giants que estaban sobre la cancha. La gente apoya, pese a todo y pese a la lentitud de Eli Manning. Pero vamos de a poco. Primer cuarto, los Giants insinuaban. Un pase largo de Eli en tercer down fue atrapado por Odell Beckham Jr, quien pese a ser sujetado logró quedarse con el balón. Fue el primer estallido de la tarde en la cancha. Pero después, ese avance no lo pudieron concretar. Una tónica que se iba a extender por todo el juego.

Los Redskins en ofensiva, son buenos más no extraordinarios. Ejecutan bien sus jugadas y saben mover el balón correctamente (escribo esto y me acuerdo del “Move The Chains” que salía por las pantallas, cada vez que los Giants obtenían un primer down). La línea está bien armada, Alex Smith sabe desenvolverse bajo presión, pero el jugador Redskin que más me llamó la atención en vivo fue Adrian Peterson. Siendo un treintón de tomo y lomo, se nota que Peterson ha sabido conservar su físico para mantenerse vigente. Aparte de correr y tener buenas movidas para esquivar rivales, aguanta golpes de manera suficiente para resistir un partido completo.

De hecho, fue Peterson quien anotó el primer touchdown de la tarde. Casi en el final del primer cuarto, pase corto de Smith y Adrian supo correr las yardas necesarias. Washington de a poco jugaba mejor y la impaciencia comenzaba lentamente a apoderarse del ambiente en el Metlife. 7-0 fue la diferencia con la que llegaron los Redskins al intermedio, dada la incapacidad de New York para concretar sus oportunidades. Beckham Jr, quien sin dudas es el jugador ofensivo más talentoso de los Giants, hizo su parte. No por nada, superó las 100 yardas. El problema estuvo con Saquon Barkley, quien nunca pudo entrar en ritmo y por ende, nunca fue factor. Se notaba que los Redskins estaban preparados para frenar a Barkley. Anticiparon muchos de los acarreos de Barkley, quien al moverse lateralmente era perseguido siempre por al menos tres defensivos. Eso condicionó a que los Giants lanzaron muchos pases desde temprano.

Recordaba haber comentado el año pasado, en el podcast de NFL Chile, que Eli Manning está robando con sus glorias pasadas. Al verlo en vivo, pude confirmar esa impresión. Aparte de tener bien ganado el apodo Elinterception, está muy lento para moverse dentro del pocket y en varias secuencias, tardaba mucho tiempo para lanzar el balón. En más de alguna ocasión, Sterling Shepard o el propio Odell Beckham Jr levantaban sus manos advirtiendo que estaban libres para atrapar el balón, pero Eli siempre tuvo la vista en cualquier otra parte. Hasta el público que ya perdía la paciencia antes del intermedio, intentaba alertar a Eli de esas chances. Pero no, Eli está lento y su lentitud afecta a todos los Giants, que tienen buenos jugadores ofensivos pero que podrían andar mejor con un pasador mucho más fresco.

Final de la primera mitad y con ello, el descanso. Aparecieron unos niños vestidos con cascos y hombreras, al parecer competían entre ellos. Hubo par de buenas atrapadas que animaron al público local que se entusiasmaba más con eso que con sus Giants. Mientras, en las pantallas mostraban datos del partido y highlights de los partidos que se jugaban de forma simultánea. Otro buen detalle para comprender la experiencia NFL, si uno se levanta del asiento para ir a comer algo o para ir al baño, por todas partes hay pantallas que muestran el partido y hasta hay una radio instalada en el baño, que lógicamente tenía la narración del partido. Ah, y habían algunas pantallas que mostraban otros partidos y en una de esas, tenían sintonizado el show de Scott Hanson (a.k.a. NFL RedZone). Una maravilla.

De regreso al partido. Los Redskins seguían dominando sin hacer nada del otro mundo, con un par de goles de campo lograban mantener su ventaja, mientras que la línea ofensiva de los Giants colapsaba de forma grosera. La desazón era mayor con cada captura que sufría Eli y cuando había una chance de anotar, los mismos Giants la echaban a perder, a pesar de los esfuerzos de su defensa que hasta le robó un balón a Peterson que los dejó en posición favorable. “Eli, just throw the fucking damn ball”, se escuchaba clarito un par de filas detrás de donde estaba. “Kickoffs are a joke”, exclamó otro después de un patada que no tuvo devolución. Razón no le faltaba a esa persona. Pero el comentario tribunero que me quedó grabado por todo el viaje, fue de una niña que gritaba a todo pulmón “Run the ball!!!”, en un momento que los Giants estaban dentro de las últimas 10 yardas. Corrieron en primera, pero en las siguientes dos jugadas, Manning (quien a esa altura ya había regalado dos intercepciones) tiró dos pases horrendos y en cuarto down, fueron por un field goal. El festival de “booooooooos” que ya caía, tipo 3 de la tarde, era de cuidado.

Al comenzar el cuarto período, mucha gente ya había dejado sus asientos, luego de ver esa secuencia de errores (¿u horrores?). Demasiada jugada mal hecha, seguro. La defensa de los Redskins seguía haciendose un festín colapsando el pocket, al punto de capturar 8 veces a Eli. La mejor jugada del partido llegó casi al final, cuando Peterson, quien era uno de los jugadores más viejos que estaban en la cancha, siguió un bloqueo, se cargó a su banda derecha y no paró más. 64 yardas hasta el endzone. Desde la tribuna se podía captar la fuerza y velocidad de Adrian para correr de esa forma con el balón. Pilló el espacio y se escapó, una jugada que valió por todo el partido. Y para los Redskins, fue la jugada con la que casi liquidaron el partido y así lo sintieron casi todos en el estadio, quienes abandonaron apenas Peterson convirtió el touchdown. La fiel hinchada abandonando, parece que esa mala costumbre se da en todas partes, sin importar los colores.

El otro highlight lo dejó Beckham Jr, quien minutos más tarde, atrapó un pase en el aire y a una sola mano. El grito a coro de “Whoaaaa!” se sintió en todo el estadio. Los pocos que nos quedamos disfrutamos de una tremenda atrapada que resume las condiciones de OBJ como receptor, quien además de correr y atrapar el balón, sabe como ejecutar sus rutas. Me llevé una impresión muy grata del # 13 de los Giants, es muy talentoso. Y sin dudas, merece jugar con un mejor mariscal. Con menos de 20 segundos, los Giants por fin llegaron a las diagonales. Pase corto de Eli a Evan Engram, para el 13-20. Pero era demasiado tarde, apenas algunos festejaron esa anotación. Luego, patada corta recuperada por los Redskins, formación victoria y Game Over.

Final del juego que tuvo sus cosas interesantes. En directo, se pueden captar muchos detalles, se aprecian en plenitud las formaciones y los sidelines se ven claros. De hecho, desde mi ubicación se podía notar nítidamente el cabello amarillo (!) de OBJ, mientras él descansaba. Al ser un juego tan complejo, a veces cuesta centrarse ya que ocurren muchas cosas aparte del balón. A veces, me ponía a ver como estaban alineados los receptores o la ubicación de los safeties previo al snap. Esas movidas pueden marcar el desarrollo de las jugadas y con ello, el tono del partido. Y otra cosa más: cuando el referee principal, que en este caso fue Bill Vinovich, prende el micrófono para dar a conocer la infracción, se escucha tan bien como por tv.

4:15 de la tarde. El juego se acabó y era hora de salir del estadio. Los pocos fanáticos Giants que quedaban, salían con clara sensación de molestia. “Embarrasing football”, se escuchaba en un pasillo. Por la radio local, estaban con un programa post partido con Amani Toomer y otros personajes integrando el panel de lujo. No puse mucha atención a eso, pero supuse que el tema de debate era que se tenían que ir todos y que no quede ni uno solo (?). En los estacionamientos, había gente que pese a la séptima derrota en ocho partidos de los Giants, igual se puso a tomar cerveza, a hacer asados y a pichanguear con el balón. Sí, queridos turistas: el famoso tailgate es real y hasta lo hacen después de un partido. Hay que entender este es el panorama de domingo para muchos, en Estados Unidos.

Insisto con que los Giants serían mejores con otro quarterback y que ahora mismo, podrían dedicarse al tanking. Estoy seguro que les iría mejor. Los Redskins son un equipo correcto, pero no extraordinario. Y eso lo pude confirmar horas después, al ver jugar a los Rams y a los Saints por tv. Las palomas caen en masa sobre los estacionamientos, para arrasar con todos los restos de comida y por mi parte, era hora de tomar el bus de vuelta a New York. Partido regular tirando a bueno por momentos, pero la experiencia de ver NFL in situ fue excelente. Un espectáculo deportivo en un estadio moderno y muy cómodo, donde se puede presenciar el show con todos los detalles, sin importar la ubicación. Fue ideal haber comenzado la gira con un partido de fútbol americano. Y lo mejor era eso, que mi visita al Metlife Stadium era tan solo el comienzo de la gira.

Para contextualizar: ese fue el primero de cinco partidos a los que asistí, recorriendo estadios por New York, New Jersey, Brooklyn y Boston. En total, fue un partido de NFL, un partido de NHL y tres partidos de NBA. Experiencia adictiva y muy recomendable.

Better than tv.

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