1. Adam Gase + NY = Same Old Jets

Pocas o ninguna franquicia está más maldita que los Jets. Más allá del record comparado a otros equipos, como Browns, tienen una colección de historias insólitas y que no les pasa a nadie más: el butt fumble, Geno Smith con la mandíbula rota porque le debía unos pocos dólares a un compañero de equipo, la lista es larga. Ahora se le suma otra nueva: a su QB titular le da mononucleosis.

Más allá de las historias chistosas, es una franquicia disfuncional que invita al fracaso. Los Jets dejaron a su GM Mike Maccagnan gastar como si no hubiera mañana en la agencia libre y tomar el control del draft, donde tenían el pick 3. Dieron la mayor cantidad de plata garantizada a jugadores como C.J. Mosley, Bell, Crowder, trajeron a Osemele de los Raiders, entre otros. El año pasado convirtieron a Trumaine Johnson en uno de los esquineros mejor pagados y trajeron a Beachum de los Steelers. Después de dejar gastar toda esa plata a Maccagnan, además de contratar un nuevo entrenador, lo despidieron a las pocas semanas después del draft.

Los resultados, como se esperaba, han sido desastrosos. La línea ofensiva ha sido una de las peores en los primeros dos partidos, Joe Douglas sacó del retiro a Kalil y ya fue mandado a la banca. Enunwa recibió una generosa extensión después de haberse perdido la temporada y ya se fue por esta temporada. El segundo pick de los Jets ni siquiera sobrevivió el corte a los 53 jugadores. Jamal Adams dejó de seguir a los Jets en Instagram y los sacó de su bio después de haber sido mandado a la banca en el MNF. La temporada ya parece perdida y recién vamos en la 3 semana. Darnold todavía tiene unas semanas para volver a entrenar, pero la ofensiva parece rota. Eso lleva al gran problema y error de Maccagnan con los Jets: contratar a Adam Gase.

Gase es uno de los entrenadores más sobrevalorados de la liga y ahora llevó su desastre a la gran manzana. Como coordinador ofensivo, tuvo temporadas récord con Peyton Manning en los Broncos y era visto como el nuevo genio ofensivo de la época. En pocas palabras, era el Mcvay de esos años. Los Broncos estaban tan convencidos de su potencial que, después de despedir a John Fox, no lo retuvieron en el equipo y se fue a Chicago con su antiguo entrenador. Una temporada promedio de Cutler, donde no llegaron ni a los 21 puntos por partido, fue suficiente para ganarse una oportunidad como entrenador de los Dolphins.

Pese a haber llegado a playoffs en su primer año, solo duro 3 años y fue, en general, un fracaso. En todos sus años tuvo un diferencial de puntos negativo, incluso el 2016 donde ganaron 10 partidos. Piensen eso un segundo, tener menos puntos anotados que recibidos cuando ganaste 4 partidos más que los perdidos. Gase llegó a cambiar la cultura de Miami y sacó a jugadores claves que no encajaban en ella, tales como Suh, Ajayi, Pouncey, entre otros. Los resultados no lo acompañaron. El 2017 fueron el cuatro equipo con peor diferencial de puntos, aun cuando ganaron 6 partidos y el 2018 el tercero con 7 partidos ganados. Cuando Gase perdía, lo hacía en grande y le terminó costando el trabajo.

Llegando a los Jets, empezaron rápido los rumores de problemas con su GM, al cual sacaron y dejaron a Gase como GM interino. Salvo Bill Belichick, no hay otro entrenador que cumpla ese doble rol y digamos que no hay que explicar la diferencia entre ambos. Finalmente llegó Joe Douglas, pero había llegado la hora de jugar. En su primer partido, el genio ofensivo fue totalmente superado y tuvo solo un TD en todo el partido. Es cierto que la defensiva de los Bills es de lo mejor que hay, pero la inoperancia a la ofensiva, donde han invertido varios millones, fue alarmante. Lo coronó con un partido en el MNF donde tuvo solo 3 puntos. Luke Falk tuvo un partido correcto, pero aun así no lograron tener un TD. En resumen, menos de un TD por partido para el gurú ofensivo Adam Gase. Lo peor es el manejo del equipo. Mandó a la banca a una de sus estrellas, Jamal Adams, después de dos jugadas donde se equivocó en la asignación. No tengo recuerdo de alguien que haya hecho eso por situaciones que son parte del juego, al menos en cuanto a las estrellas de tu equipo. Creo que Gase tratará de imponer su “cultura” nuevamente y terminará sacando a varios buenos jugadores. ¿Cuál creen que será el nuevo resultado? Same Old Jets. Con Gase al mando, serán solo años perdidos.  

  • El paciente cero

El término del título se utiliza para identificar al primer paciente que contrajo una enfermedad causada por un virus o una bacteria. En medio de las negociaciones por el nuevo CBA, los dueños ya están alertas y identificaron al paciente cero: Antonio Brown.

Ha sido repetitivo el tema, antes de que llegó a New England al menos, pero apunto en otra dirección. Tal como el paciente cero propaga el contagio de una enfermedad, Brown lo ha hecho con otros jugadores de la NFL a pasos acelerados. En menos de un año, con una estrategia calculada, logró salir de dos equipos por sus propios medios y, al menos en un caso, mejorando su contrato. Y no lo hizo de una manera correcta, sino que matando cualquier valor en un trade por ir contra su equipo abiertamente.

Los equipos empezaron a tomar nota y hubo uno que se adelantó a la situación. La estadía de Odell Beckham en NY fue tormentosa. El año pasado salió una entrevista suya, el mismo día de un partido, matando a su entrenador, a su QB y diciendo que prefería jugar en otro lugar. Además de otros episodios curiosos, la relación con Eli Manning parecía camino a romperse definitivamente. OBJ es un playmaker, pero últimamente Manning no tenía lo suficiente para aprovechar su talento. Viendo la compensación obtenida por Brown, 3 y 5 ronda, los Giants dejaron ir a OBJ por una 1 ronda, 3 ronda y por el profundo Peppers.

Se crítico mucho el trade, ya que le habían dado un contrato millonario al receptor estrella hace pocos meses. Además, se tuvieron que comer 16 millones de dead cap. Entiendo el escepticismo por tener picks de jugadores que todavía no sabes como rendirán, pero, viéndolo hoy, creo que los Giants tomaron la decisión correcta. Si hubieran esperado un año más, recordemos que en ese entonces no estaba Daniel Jones, OBJ podría haber forzado su salida y obteniendo una compensación muy menor a la que tuvieron. Ha sido un jugador conflictivo y no encajaría en cualquier equipo.

Los jugadores de la NFL han deseado por años el poder que tienen los de la NBA. Ellos eligen no solamente si se van, hasta pueden elegir a su equipo. En la NFL no funciona así, pero este tipo de conductas trata de inclinar la balanza al lado de los jugadores.

No vamos en la 3 semana y Jalen Ramsey ya pidió una salida de los Jaguars. El esquinero es un jugador top 3 en su posición y un fenómeno atlético. Ya en la temporada baja estaba haciendo público su descontento por el atraso en su extensión de contrato, pero ahora subió la apuesta. Discutió con su entrenador en la banca y ahora se quiere ir, así como si nada. Los equipos no son tontos y están pidiendo compensación máxima, ya que siempre hay alguno que pica el anzuelo. Considerando que Mack y Tunsil obtuvieron, al menos, dos picks de primera ronda, los Jaguars no están siendo exagerados.

Jamal Adams fue mandado a la banca el pasado MNF, como comentaba en el tema anterior. Su respuesta al día siguiente fue dejar de seguir al equipo en redes sociales. Esto último es un tema no menor comparado a otras décadas, ya que todo aumenta de manera exponencial. Los clicks aumentan a una velocidad ridícula y hacen visible varios problemas que antes se tapaban. Si bien las redes sociales han sido una herramienta útil para acercar al jugador con los aficionados, están encontrando la forma de sacarle una ventaja para su beneficio propio.

¿Por qué es relevante en este momento? Las partes están negociando el nuevo contrato de convenio colectivo para los próximos 10 años. En principio, la piedra de tope es la repartición de platas entre jugadores y dueños. Les aseguro que estas movidas no le están gustando nada a los dueños. La mayoría son de edad más avanzada y no están muy metidos en redes sociales. ¿Cómo se sentirían si le dieran un contrato gigante a un jugador, con mucha plata garantizada y, al poco tiempo, el mismo termina matando su valor de mercado? Brown es un caso particular.

Es probable que Ramsey termine con una buena compensación y lo mismo para Adams, si es cambiado, pero pareciera que no es el espíritu del contrato o de la naturaleza de la NFL. La NBA es distinta porque armas un contendiente con dos jugadores, pero acá es un deporte mucho más completo y necesitas talento en varias posiciones para triunfar. Queda este año y el próximo para negociar, pero hay que estar atentos a que tan complejo se vuelve este factor en la negociación. Los dueños negocian duro y puede ponerse cuesta arriba si dejan de ser casos aislados.

  • La ventana para Colin Kaepernick

Ya van dos años y medios que estamos escuchando el nombre de Colin Kaepernick cada vez que hay una vacante en el puesto de mariscal. Muchos periodistas y jugadores hablan de él cada vez que hay una lesión, argumentando que llevó a un equipo al Super Bowl, que tiene talento, entre otras razones. Ya ha pasado el tiempo suficiente y cada vez se ve menos probable que vuelva, pero no sé me ocurre por qué alguien contrataría a Kaepernick en primer lugar.

Me da risa cuando hablan de que fue al Super Bowl, ya que pasó hace 7 años. Eli fue hace 8 y ya está en la banca, pese a ser una leyenda de la franquicia. Desde que se fue Harbaugh, Kap fue un jugador cercano o bajo el promedio. En su último año, ganó un solo partido y no pasó los 24 puntos en ninguno. Aunque tuvo algunos momentos donde brilló, estuvimos lejos de ver al jugador explosivo que aparecía en playoffs. El equipo no era el mismo, ni cerca, pero Kap tampoco lo era y se hundió junto a la franquicia.

Con las lesiones de algunos mariscales en estos años, hemos visto algunos reemplazantes que no están ni para vender bebida en el estadio. Josh Johnson fue titular en los Redskins después de haber estado sin jugar varios años. Josh McCown está de reserva en Phily, pese a no tener resultados exitosos en su larga carrera. La lista es larga y hasta incluye a personas como Mark Sanchez, Brandon Weeden y Blaine Gabbert. Hasta Blake Bortles recibió una segunda oportunidad. Bajo ese punto de vista, pareciera justo que tuviera su oportunidad.

Está el tema de arrodillarse en el himno. La teoría popular es que eso lo ha alejado de la liga y seguramente ha sido un factor. El tema es que, creo, que los dueños creen que ya el talento no vale la pena el riesgo. Tal como los Steelers con Antonio Brown, llega un punto que lo que aporta en la cancha no es suficiente para compensar lo que provoca afuera de ella. Kap, tal como decía el tema anterior, es el paciente cero de arrodillarse para el himno. Cualquier equipo que lo tomara, tendría una lluvia de periodistas que sería casi inmanejable para la mayoría de los cuerpos técnicos. Sería una eterna tormenta donde preguntarían uno a uno que piensan del tema del himno. Es muy difícil ganar en la NFL y mucho más con tanta distracción.

Si pudiera jugar a un alto nivel, nadie estaría hablando de esto. Tomen a Eric Reid, el brazo derecho de Kap. El profundo de los Panthers tuvo problemas en encontrar equipo, pero ya tuvo su extensión y es titular en una de las buenas defensivas de la liga. ¿Al dueño o al entrenador les importa que se arrodille en el himno? No, porque aporta algo en la cancha. El caso de Kap es peor, porque juega la posición más importante. Los mariscales son la cara de la franquicia.

Traer a un jugador que genera tanto ruido podría valer la pena si ayuda al equipo a ganar. ¿Es ese el caso de Kap? De partida, no es el prototipo de mariscal de bolsillo. El equipo que lo llevara necesitaría modificar toda su ofensiva y tener una línea ofensiva muy específica. Creo que alguien ya lo hubiera hecho si alguien pensara que todavía tiene potencial de estrella. Acá entra el tema de que hay mariscales reservas que son inferiores a él y tienen trabajo. No hay duda de eso, pero ¿para qué traer a un jugador que traerá mucho ruido si ni siquiera esperas que juegue? No tiene sentido.

Ahora hay varios equipos con lesiones. Los Steelers gastaron una tercera ronda en Mason Rudolph, tienen que ver que tienen en el QB de 2 año en caso de que Big Ben no esté a su nivel después de la lesión. Los Dolphins son un desastre, pero no veo como los mejoraría en algún aspecto. Ya vimos como le fue con un equipo malo y esta versión de los Dolphins es de lo peor que hay. Los Saints tienen a Bridgewater y Hill, lo mismo aplica en el caso de los Steelers. El primero tiene contrato hasta este año y necesitan ver si puede ser el heredero de Drew Brees. Los Panthers, lo mismo. Tienen algunos partidos para ver si Allen y Grier es la respuesta en el caso de que Newton esté definitivamente roto. En todos los casos mencionados, prefiero arriesgarme con lo que tienen. Ya estamos en la semana 3 y no es llegar a aprender la ofensiva como si nada. El trabajo es monumental y todos los ojos están en el QB. Kap no juega hace 3 años y no es el futuro de ningún equipo.

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