Ideas, conceptos, datos y posverdades (?) que surgen de toda la actividad ocurrida en nuestro deporte.

Nunca he sido muy partidario de los Thursday Night Football. Es más, pienso que son partidos anti-naturales. Es cosa de ver y pensar un poco: de domingo a jueves, los jugadores tienen apenas tres días para recuperarse de todos los golpes, volver a entrenar y preparar el partido que viene. Una rutina que lleva generalmente una semana, se altera por jugar un jueves – varios protagonistas lo afirman de hecho.

Por otro lado, siempre he creído que estos partidos existen básicamente para justificar la existencia de NFL Network para que así el canal oficial también tenga un calendario propio de partidos. Por una parte, me parece bien que haya otra ventana en primetime, pero en muchos casos los partidos de los jueves suelen ser raros, chatos y algunos derechamente malos. Por suerte, la cosa ha cambiado lentamente desde el año pasado, luego que FOX exigiera tener buenos partidos al comprar los derechos televisivos por señal abierta.

Sin ir más lejos, los últimos dos jueves fueron espectaculares. En Lambeau, Eagles y Packers dieron un show propio del football moderno, jugadas de alto vuelo, anotaciones varias y mariscales en buen nivel, Wentz y Rodgers. Y en el más reciente, Seahawks y Rams disputaron un partido 5 estrellas. Luchado, con estrategias y con buenos protagonistas, Wilson y Goff. Lógicamente la cosa cambia cuando en prime hay equipos realmente buenos. Aunque mantengo mi concepto, creo es una medida precisa tener tres partidos nocturnos por semana y ojalá la liga no invente otra rareza después. Menos mal que respetan los viernes de yogurines High School y los sábados de College, porque si no fijo que ahí calzaban una franja de Saturday Night o un Friday Pre-Party (?).

Me gusta ver a los 49ers dando la sorpresa este año. Han ganado sus cuatro partidos, juegan bien al football y su mejor exhibición la dieron el lunes pasado. Se pasearon de lao’ a lao’ a los Browns. Hubo un nivel excelso de bloqueos. Con la técnica adecuada y con toda la fuerza para marcar el camino. El ejemplo supremo fue en el escape de 83 yardas que hizo Matt Breida, donde hubo tres bloqueos brutales (el último de Kyle Jusczyck, impecable) que le abrieron una inmensa avenida al running back. Me da gusto por Kyle Shanahan, a quien por fin se le están dando las cosas como director técnico. Aún recuerdo esa monumental ofensiva que construyó en Atlanta, cuyo peak alcanzó en los playoffs 2016.

Un jugador que la rompe: Christian McCaffrey. Desde que entró a la liga que le encontraba pasta de buen jugador. Presencia, cualidades, forma física, etc. Rompe con el prejuicio de los corredores blancos (qué cosa más rara… qué carajo es esto, ¿¡lo puedo romper!?) y además, rompió con las dudas que si podía ser un jugador que llevara el peso de un ataque. Lo está haciendo y en grande. Corre con fuerza y ataca los espacios sin titubear, además de ser muy fiable como receptor. No olvidemos que el año pasado fue líder corredor y receptor de los Panthers. Ahora mismo, es el mejor RB del torneo y por ahí, se levanta una candidatura para MVP (!). Cuando los Panthers parecían hundirse sin Newton, explota la figura de Chris quien se consagra y bien pudiera ser llamado jugador franquicia.

Ya dije antes que este año venía complicado con las lesiones, no estaba tan perdido. Dos golpes: el primero, un feroz cascazo que le pusieron a Marcus Peters justo cuando anotaba el Pick Six, en el Rams x Bucs. Lo tragicómico, fue ver a los compañeros levantándolo como si nada. Fijo que le gritaron “dale, no seai cagón!”. El otro golpe y que tuve el desagrado de verlo mientras almorzaba: el Knockout que le metieron a Mason Rudolph en el Steelers x Ravens. ¡Me asusté, ctm! Le pegaron de frente, al casco y cayó desplomado al suelo. Menos mal que no fue necesaria la camilla para sacarlo de la cancha, pero la conmoción cerebral no se la quita nadie al pobre Rudolph.

A propósito de ese partido en Pittsburgh: de seguro que fue el más violento en lo que llevamos de liga. 22 infracciones cobradas más todos los hachazos no advertidos, muchos tackleos y a los dos equipos les costó anotar. Lamar andaba tirando la goma regalando balones, pero por suerte los Cuervos tienen al ídolo máximo (a.k.a. Justin Tucker) quien remató el triunfo en la prórroga, con un gol de campo donde el balón parecía ir afuera. Fijo que Tucker le dio efecto a la patada (¿?). Ah, y la camilla que metieron a la cancha se quedó atorada, les costó sacarla después. Escena propia de Copa Chile jugada en provincia.

Siguen las incongruencias arbitrales. Solo daré dos ejemplos, muy burdos y encima ocurrieron en partidos con teleaudiencia internacional: a Clay Matthews le marcaron Roughing The Passer, porque le pegó a Russell Wilson justo cuando tiró el balón. ¿Qué quieren, que los defensivos jueguen a control remoto? Y el otro fue también un Roughing The Passer, porque a Dakota Prescott lo tocaron con la mano en el casco. En serio, literal. No exagero. CON-LA-MANO. Podría sincerarse el comité de arbitraje y ya de plano cobrar unos Looking The Passer. ¡No te escondas, Alberto Riverón! Tendrá que rebuscárselas para seguir dando excusas en los comunicados ante cada pifia referil. Pobre, capaz que en un tiempo lo manden en una balsa de vuelta a Cuba despidan y pongan otro ex referee en ese cargo. Escribiendo esto, me acordé de Ed Hochuli, Gene Steratore y Terry McAulay. Ni yo sé por qué…

Salió una curiosa estadística: en el año y medio que lleva jugando, Patrick Mahomes ya lanzó el 36% de los touchdowns que tiró Troy Aikman en toda su carrera. El simpático (?) Troy prendió como pasto seco y tuiteó: “Talk to me when he has 33% of my Super Bowl Titles”. BOOM! Sin anestesinha, señor estadístico! Directo a los huevos, no se aguardó nada el (léase con voz de Joe Buck) Hall-of-Famer-and-Three-Time-Super-Bowl-Champion-Troy-Aikman.

Empezaron los partidos en Londres y el peor de todos (Hola, Goodell) todavía no largó de vuelta el humo de llevar un equipo a UK. Siempre he creído -observando a la distancia- que sería inviable llevar un equipo a Londres, sobre todo por los traslados y por las diferencias horarias con US. Está buena la dinámica actual, cuatro partidos oficiales – dos en Wembley, dos en la nueva cancha del Tottenham, además del partido en México. Por ahí se desliza la idea de tener partidos en otros lugares europeos, Alemania suena fuerte. El calendario es corto y siempre es una joda que un equipo sacrifique un partido en su cancha.

Hubo un tiempo en que la NFL hacía partidos de pretemporada fuera de Estados Unidos. Recuerdo clarito haber visto unos American Bowl’s jugados en México y en Tokio. ¿Por qué no retomar esos encuentros? Quizás, por ahí se abriría un espacio para otros lugares como se han rumoreado antes. Ahora pienso: ¿Por qué no traen un juego de exhibición a Sudamérica? Imaginen: un juego en el Maracaná y en la ceremonia, aparece Cairo Santos pateando un balón a la tribuna, como lo hace en muchos partidos, y de ahí sale Pelé… a ver, Pelé y el pibe Cairo. Oh, shit. Here we go again, folks: #PeléDebutóConUnPibe

El domingo pasado, en RedZone, Sergio Dipp se puso a festejar al aire porque el Pick Six que le metieron a Matt Ryan le daba puntos en su Fantasy. En serio, sucedió en tv. Sucedió en iESPiéN. Quizás pueda entender a los hinchaweas forofos que ven los partidos en función de sus ligas de Fantasy, pero encuentro el colmo de la ordinariez que un comentarista haga lo mismo, si le pagan por narrar/analizar los partidos, no por jugar al Fantasy. Solo le faltó pegarse un “Viva México, cabrones!” y hacíamos cartón completo. Como diría el también azteca Martinoli en sus relatos futboleros: “¿Y se dice profesional? ¡Hay que echarlo a patadas!”.

Ya que estamos: se fue Álvaro Martín y las transmisiones de ESPN quedaron en pelota. Así tal cual, ni más ni menos. El fin de semana pasado, vi por fragmentos los bloques que hacen en estudio (ahora todo en México, casi nada en Bristol) y partes de los relatos. Me impactó ver y escuchar el nivel de pobreza en los comentarios, sobre todo en los segmentos de estudio. Es como escuchar a hinchas con micrófono. Frases maqueteadas, conceptos repetidos, polémicas forzadas. Los únicos salvables: Ciro Procuna -buen conductor-, Raúl Allegre -el mejor analista- y John Sutcliffe -cubre los partidos in situ-. El resto, gente que habla del Fantasy y repite frases caladas. ¿Cómo serían las transmisiones latinas de NFL si decidieran abrir las fronteras más allá de México? acá en Sudamérica, cada vez somos más quienes escribimos/comentamos sobre football. Ahí la dejo.

En apenas cinco semanas, ya tenemos el primer director técnico sin trabajo: Jay Gruden fue despedido el lunes de madrugada y los Redskins estarán con coach interino el resto del año. Dinámica digna de equipo promedio. ¿Algún otro candidato para irse a Cancún? Ninguno, formalmente. Pero hace poco salió Arthur Blank a “respaldar” a Dan Quinn, después que los Falcons se comieran 53 puntos y 592 yardas en Houston. Como bien comentamos en el Podcast de esta semana y como bien se sabe en la cultura pichanguera, todos sabemos qué pasa cuando salen esos “respaldos”… buena suerte, Mr. Quinn. No olvide actualizar su CV y tener camisas planchadas para futuras entrevistas laborales.

Corta y precisa: Patriots invictos, ninguna sorpresa. Pero ojo, están cayendo varios lesionados. Tienen a Mike Nugent como pateador de reemplazo (WTF?).

Eagles derrotaron a Jets, Orlando Scandrick se apuntó un Pick Six… a ver, esperen: Scandrick, ¿el mismo que daba bote en Dallas hace 526 años? Uy, Dió!

Preston Smith y Za’Darius Smith, pasan piola para muchos pero rinden en cada partido. Poco más de un mes y ya son claves en los Packers.

Michael Strahan: “The Giants’defense couldn’t cover you in a bed with a blanket”. Comentario digno del Panel de Lujo. Aguante, Mike!

Jets: récord 0-4. Promedian 9.8 puntos, tienen un TD por aire y el rating de sus QB’s es 69.2. Cuantas carencias, ché!

La Semana 6 empieza con Giants x Patriots. Brady local en el coloso de la prestobarba y los NYG acumulan lesionados. ¿Por cuánto ganan los Pats? Además, Gronkoswki haría su debut televisivo en la previa. ¿Alguna cochinada al aire con Strahan y Bradshaw? Veamos. El domingo, hay partido a las 10:30 de la mañana y de ahí, sin parar hasta pasada la medianoche. Football All Day Long!

En la próxima edición, veremos si aún quedan invictos y veremos si alguno de los equipos que están en cero es capaz de ganar un mísero partido. Veremos también si los Brownies se enderezan o si tenemos a toda la porra cantando “Players! The Shall of Your Mothers!” y veremos si en la AFC surge algún otro contendiente aparte de KC y los Pats. Hay varios que insinúan, pero ninguno se afirma. Ya lo dije en el Podcast: no descarto un ganador divisional con 9-7 u 8-8. Son las cosas que deja una liga ultra competitiva.

Cuídate, que vienen los Teletubbies. El que cachó, cachó.

Hasta pronto.

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