La Este de la Americana es la única deivisión decida incluso antes de empezar la temporada. Esto no quiere decir que no haya cosas que ver, pero Buffalo Bills, Miami Dolphins y New York Jets están en una guerra muy distinta respecto a los New England Patriots, equipo que lleva dominando la división con puño de acero desde prácticamente comienzos de siglo. La pareja Belichick-Brady han conducido a los de Foxboro al título divisional en quince de las diecisite últimas veces.

NEW YORK JETS

Los Jets vienen de un año más que digno después de que todos los expertos y análistas le auguraran un 2017 pésimo, llegándoles a dar incluso en muchas ocasiones un rércord de 0-16. Ante todo pronóstico Todd Bowles logró sacar lo mejor de un grupo que estaba exento de talento y más allá de su balance de victorias-derrotas (5-11) los Jets dieron una imagen positiva la cual permitió a su entrenador recuperar todo el crédito que había perdido en 2016.

Sam Darnold

Bowles cada vez cuenta más con una defensa que está diseñada a su imagen y semejanza, basada en una secundaría ágil, dinámica y agresiva encabezada por Jamal Adams, safety de segundo año que está llamado a dominar la liga desde esa posición. Estará acompañado en la secundaria por otro sophomore como Marcus Maye, quien también mostró buenas maneras en su campaña de novato y por el cornerback Trumaine Johnson, uno de los agentes libres más cotizados durante la pasada offseason. El front seven a priori parece un poco más vulnerable pero ya sabemos que las defensas de Bowles comienzan a funcionar desde atrás. No obstnate, no nos podemos olvidar del liniero Leonard Williams, una debilidad personal y del que creo que se habla muy poco. En la linea de linebackers Darron Lee debe dar el paso que le falta para alcanzar el estatus que buscaba la franquicia en él cuando se le drafteó con la primera ronda del draft de 2016.

Sin embargo, será el ataque la gran atracción de los nuevos Jets. Las esperanzas de los newyorkinos están puestas en el rookie Sam Darnold. El quarterback procedente de USC llegá a la Gran Manzana después de que la franquicia subiera a por él en el draft a cambio de un buen puñado de picks con el objetivo de encontrar un mariscal que termine con hegemonía de Brady en la división. Darnold tiene el techo muy alto pero como todo QB novato deben ser pacientes con él e ir con pies de plomo, ya que si lo llevan por el buen camino podemos tener ante nosotros un grándisimo jugador. Darnold estará ayudado en el backfield por un comité formado por la dupla Crowell-Powell, el cual debería ser efectivo. Respecto a la unidad de receptores, y a diferencia de la opinión general, tengo la sensación que nos encontramos con un grupo que puede dar mucho de que hablar. Con un Robby Anderson, grata sorpresa de 2017, a la cabeza, secundado por los Kearse, Pryor y Enunwa, Sam Darnold podrá tener a su disposició una gran variedad de armas en las que apoyarse.

MIAMI DOLPHINS

Aquí nos encontramos a uno de los equipos sobre los que podemos leer y escuchar las opiniones más dispares, al igual de dispares que fueron las dos primeras temporadas de Adam Gase al frente de los de Florida. Después de un 2016 ilusionante, en el que Miami regresó a los playoffs tras muchos años ausentes, completaron un 2017 realmente decepcionante tanto de resultados como en juego. Aunque para ser justos es necesario que recordemos que no pudieron contar con su QB franquicia y que a pesar de repescar a Jay Cutler de su reciente retirada los Dolphins no lograron econtrar en ningún momento su identidad.

Ryan Tanehill

Vuelve Ryan Tanehill tras más de un año en el dique seco y con él la fé en que el ataque vuelva a ser ese que vimos durante las primeras andaduras de Gase en Miami. Tanehill es un jugador al que le rodean admiradores y detractores a partes iguales. Lo que para unos es un QB con una calidad impresionante a otros les parece un jugador del montón. Mi opinión es que no todo es blanco o negro. Considero a Tanehill un buen mariscal, digno de ser titular en una liga en la que escasea el talento en la posición y aunque no creo que vaya a llegar nunca a estar dentro de los mejores puede ser un QB totalmente válido para dirigir un buen equipo. En las posiciones de habilidad del ataque no destaca ninguna estrella, pero tanto en el backfield como en el grupo de wide receivers nos encontramos con jugadores que pueden ser de gran ayuda. Además, no olvidemos que la ofensiva de Gase es de las llamadas de sistema, esas en las que se supone que importan menos los nombres. Como running backs nos encontramos al eterno Frak Gore y al sopohomore Kenyan Drake, quien tiene que demostrar que esos momentos de brillantez que nos dejó en 2017 no fueron un espejismo. Como recepotres esán Kenny Stills, el flamante fichaje procedente de New Englanda Danny Amendola y a DeVante Parker, a quien se le acaban las oportunidades.

Defensivamente lo Dolphins se me quedan algo cortos y aunque es cierto que en el roster cuentan con buenas individualiades, tengo dudas en lo que puedan ofrecer como grupo. Inicialmente el pass rush exterior está bien cubierto con los veteranos Cameron Wake y Roberto Quinn, pero no dejan de ser caballos de mil batallas a los que en cualquier momento se les puede apagar la luz. Para completar el front seven cuentan con una unidad de linebackers mezcla entre juventud y veteranía en la que Jerome Baker y Raekwon McMillan deben llevar la voz cantante. Es en la secundaria donde nos encontramos el salto, unidad en la que a mi juicio debe apoyarse el resto de la defensiva. Xavien Howard ya demostró el año pasado que puede convertirse en un esquinero top, Reshad Jones es un gran safety cuando se mantiene sano y como aliciente tendrá como compañero al rookie Minkah Fitzpatrick, uno de los jugadores defensivos con mayores ball skills que salieron de la última camada universitaria.

BUFALLO BILLS

Después de todo lo bien que hablé sobre lo que había conseguido el régimen formado por Brandon Beane y Sean McDermott durante su primer año al frente de la franquicia, me cuesta entender lo que han hecho en esta su segunda offseason en Orchard Park. Obviamente tienen dibujado un plan que yo no logró ver o más bien no logro comprender, y los Bills son uno de mis candidatos a pegarse un batacazo descomunal esta temporada.

LeSean McCoy

Cierto es que en defensa McDermott puede sacar bastante jugo a los jugadores con los que cuenta, más allá de que no encontremos a nadie de primerísimo nivel. En 2017 ya vimos que el entrenador dirigió a un grupo que ofreció mucho más de lo que se esperaba de ellos y pienso que en 2018 puden repetir algo parecido. Tre White nos dejó una campaña rookie sensacional y ahora debe posicionarse como un verdadero shutdown corner. Poyer y Hyde forman una de las parejas de safeties más infravaloradas de la liga, la cual le da a esta defensiva una gran variedad de variantes desde atrás. En la linea defensiva encontramos dos valuartes que pueden hacer mucho daño desde dentro como son Kyle Williams y Star Lotulelei y para el pass rush exterior se confía en que Shaq Lawson terminé de cuajar como profesional. En la linea de apoyadores el novato Tremaine Edmunds tiene una gran presión a sus espaldas ya que debido a la ausencia de jugadores de garantías en la posición debe aportar desde el primer día, tarea que veo muy complicada ya que todavía está muy verde como para enfrentarse a ofensiva bien engrasadas.

Es en el ataque donde aparecen los mayores problemas del equipo. Más allá de LeSean McCoy nos encontramos con un solar. La linea ofensiva ha sido desmantelada y está por ver como podrán darle protección a un QB que sea quien sea el que juegue va a necesitar la mayor de las ayudas. La franquicia apostó en el draft por Josh Allen aunque parece complicado que en 2018 vea el campo, ya que es un proyecto a largo plazo y a día de hoy no está preparado para enfrentarse a las defensas de la NFL. Que nos queda entonces, un Nathan Peterman que tendrá como objetivo resarcirse de la pobre imagen que dio en lo poco que jugó la campaña pasada. El grupo de receptores es de lo más pobre que podemos ver a lo largo de la competición y eso hace aun más complicado la labor del mariscal. Kelvin Benjamin, Andre Holmes y Zay Jones me parece que forman un tridente que ofrece muy pocas variedades al ataque. Por todo ello, el equipo llegará hasta donde llegue la defensa. Espero poco o nada de esta ofensiva.

NEW ENGLAND PATRIOTS

A los Pats no les queda nada por demostrar, aun así parten una temporada más como los grandes favoritos de la Conferencia Americna. Su reto, alcanzar la octava final de conferencia consecutiva, casi nada. Mi recomendación, un año más, es que no podemos perdernos ningún encuentro de este equipo mientras nos duren Brady y Belichick, por lo que no nos queda otra que volver a sentarnos en el sillón y disfrutar de la mayor dinastía de la historia de la NFL.

Dont’a Hightower

En el apartado defensivo se fue el coordinador Patricia, pero aunque el equipo no ha nombrado a un sucesor como tal todos sabemos que sigue estando detrás Belichick y que al final de una forma o de otra consigue que sus defensas den el mínimo necesario. Además, peronalmente esta parte del equipo me motiva bastante más que en 2017. El pass rush parece que estará mejor cubierto con la llegada de Adrian Clayborn, quien ayudará a un Flowers que cada año juega mejor. Para detener la carrera rival Malcolm Brown seguirá al frente del interior de la linea y además se han reforzado con con Danny Shelton, quien en New England puede encontrar la armonía y paz que necesita para explotar. Vuelve Hightower, la mayor figura de esta defensa y eso por sí solo son palabras mayores. La secundaria se mantiene la misma que terminó la temporada y los Rowe, Chung, los McCourty y sobretodo el renacido Gilmore son una unidad con la que se puede respirar tranquilo.

En ataque podríamos resumir todo a que continúa Tom Brady. Mientrás esté el GOAT de poco o nada hay que preocuparse. Además y ante todo pronósitico siguen los otros dos valuartes de la ofensiva, el coordinador Josh McDaniels y el tight end Rob Gronkowski. Con estos tres nombres, éxito garantizado. Además vuelve Edelman, aunque le veremos a partir de la jornada cinco ya que se enfrenta a una sanción. Al pequeño receptor le acompañarán en la posición Hogan, Patterson y Dorsett, nombres no muy destacados de la liga pero que a buen seguro funcionarán. El backfield está compuesto una vez más por un elevado número de hombres que dan a los Patriots una gran variedad de posibilidades. White, Burkhead, Hill y el rookie Sony Michel le otorgan a McDaniels la capacidad de adaptarse a cualquier tipo de defensiva.

Por Stéfano Prieto

@Stefano_USA

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