La división norte de la Conferencia Nacional puede convertirse en una de las más disputadas en este 2018. Es verdad que tenemos dos equipos que aparecen en las apuestas de muchos de los expertos como candidatos legítimos a representar a la conferencia en la próxima Super Bowl, pero no podemos obviar el hecho de que los otros dos vienen pisando fuerte y que harán todo lo que está en sus manos para hacer saltar cualquier tipo de predicción inicial.

CHICAGO BEARS

Uno de los fijos para ver durante los meses de septiembre y octubre, al menos hasta que podamos comprobar la verdadera pasta de la que está hecho este equipo. Sea como fuere, es previsible un cambio notorio en la forma de jugar de los Bears, por lo menos en lo que al ataque se refiere. Olvidada ya la gris etapa de John Fox, llega a la Ciudad del Viento un nuevo pupilo de la escuela Reid, su ex coordinador ofensivo en Chiefs Matt Nagy, con el que los Bears pretenden replicar el modelo que tan bien ha funcionado en Los Ageles Rams con McVay

Mitch Trubisky

Nagy tratará de inculcar en la ofensiva un dinamismo que brilló por su ausencia durante el primer año de Mitch Trubisky como profesional. De hecho, una de las misiones principales del entrenador será buscar un progreso en el juego del quarterback, del cual no sabemos si vale o no para esta liga. De su campaña rookie no podemos sacar ninguna conclusión y será este año cuando deba demostrar si Chicago acertó con él drafteandole en la parte alta del draft de 2017. Trubisky estará secundado en el backfield por una de las mejores duplas de toda la NFL. Howard-Cohen garantizan yardas a raudales y le dan a la ofensiva un inmenso abanico de posibiliades. Respecto al grupo de receptores hemos visto como durante la offseason la franquicia hacía una gran apuesta, siempre buscando el beneficio del joven mariscal. Se han incorporado vía agencia libre Allen Robinson y Taylor Gabriel y a través de la selección colegial Anthony Miller, quien ha sorprendido durante el training camp. Este trío se une a un Kevin White que está ante su última oportunidad. Reseñable también la incorporación de Trey Burton a la unidad de alas cerradas, la cual ya estaba perfectamente formada gracias a Dion Sims y Adam Shaheen. El de Chicago puede ser uno de los ataques que más mejore respecto a lo ofrecido en 2017.

Vamos al otro lado de las barricadas. Tengo para mí que la defensa de los Bears pasó totalmente desapercibida la temporada pasada a pesar de la buena labor que hicieron. Si tenemos en cuanta que no contó con ninguna ayuda por parte de su ofensiva, su trabajo fue admirable. Este año son prácticamente los mismos, incluido el gran coordinador defensivo Vic Fangio, el culpable de todo, más dos jugadores nuevos. Pero que jugadores. Roquan Smith y Khalil Mack terminan de apuntalar una defensiva que por lo menos por mi parte pasa a ser considerada como una de las más peligrosas de la competición. Solo basta con recitar los linebackers titulares: Mack, Smith, Danny Trevathan y Leonard Floyd. Da miedo solo de escucharlo. Por si fuera poco, detrás están cubiertos por una secundaria joven que dará mucho de que hablar, en donde Adrian Amos y Eddie Jackson han crecido una barbaridad desde la posición de safety pero donde sobretodo Kyle Fuller está preparado para asaltar la lista de los mejores cornerbacks de la actualidad.

GREEN BAY PACKERS

Numérosos cambios tanto en el staff como en la gerencia los que se han producido en la franquicia de Wisconsin durante el receso. Cambios que la fanaticada quesera llevaba esperando desde hace bastante tiempo y que aunque se han hecho esperar todos conocemos el dicho de “más vale que nunca”. El que de momento salva su puesto es un Mike McCarthy al que se le acaban las escusas. O de una vez por todas conduce a Green Bay a jugar una nueva Super Bowl o no es de extrañar que también termine de claudiacar el que ha sido el entrenador principal desde 2006.

Mike Daniels

En el ataque vuelve Aaron Rodgers y eso es sinónimo de que la vida vuelve a sonreir entre los queseros. Con el mejor quarterback de la actualidad todo es posible y mientras se mantenga sano los Packers mantendrán intactas sus opciones de pisar la postemporada. Se fue Jordy Nelson, dejando algo coja la unidad de receptores, donde no se vislumbra mucho más allá de Devante Adams. Randall Cobb ha bajado sus prestaciones año tras año y Geronimo Allison no transmite las garantías suficientes. Será imprescindible que uno de los rookies, J’Mon Moore o Equanimeous St.Brown empiecen a aportar desde el primer día. Por suerte con Rodgers todo esto se simplifica de manera sustancial. Para paliar la posible ausencia de armas aéreas recae en el equipo el gran tight end Jimmy Graham, quien a buen seguro nos enseñará aquella versión con la que tanto nos deslumbró durante sus inicios en los Saints. El backfield está pendiente de encontrar un dueño fijo. Lo normal es que veamos una rotación constante entre Montgomery, Williams y Jones. No veo a ninguno de los tres partiendo con ventaja sobre el resto. Toda esta ofensiva estará dirigida por Joe Philbin, quien regresa a la coordinación con la misión de darle un aire fresco al ataque.

Al fin se fue Dom Capers, quien de manera inexplicable conservó su puesto de coordinador durante más tiempo del debido. Le sustituye un Mike Pettine que no tendrá muy difícil acometer el lavado de cara de una defensa que lleva años siendo mediocre. Será apasionante ver al trio de linieros formado por Wilkerson, Clark y Daniels. Empezando con ellos todo lo demás será realmente más sencillo. En el rush exterior nos volvemos a encontrar a un Clay Matthews que se libra una vez más de ocupar el interior de la linea de linebackers, posición en la que la gerencia sigue sin encontrar al hombre adecuado. La secundaria, unidad que más disgustos ha dado a la franquicia durante la etapa Capers, ha vuelto a sufrir una reconstrucción con la llegada de dos nuevos cornerbacks rookies en las dos primeras rondas del draft. Jaire Alexander y Josh Jackson se unen al sophomore Kevin King y aunque tienen en su contra la juventud cuentan con un talento impresionante para reinvertir la situación de esta posición. No es tarea fácil hacer que la secundaria de Green Bay funcione pero si el front seven está acertado no es descabellado que todos estos jovenes provoquen un elevado número de turnovers.

DETROIT LIONS

El equipo de Michigan lleva años siendo peligroso pero de una forma u otra nunca termina de despegar. No logran pasar de ser contendientes a entrar en playoffs y caer a las primeras de cambio. Para dar este último paso llega a la franquicia el enésimo discipulo de Belichick, un Matt Patricia que según las informaciones que llegan desde Detroit ha llegado con mano de hierro, algo que al parecer no ha sentado muy bien entre los más veterano de la plantilla.

Marvin Jones

Jim Bob Cooter ha logrado como coordinador darle a Stafford esa consistencia que le faltó durante su primera etapa como profesional. Llevamos un par de temporadas viendo una enorme versión del quarterback, mucho más asentado y preparado para diseminar las defensivas rivales. Con una buena linea ofensiva y un pareja de receptores de gran nivel como son Golden Tate y Marvin Jones, Stafford ha logrado darle a la ofensiva el ritmo adecuado en el juego aéreo. El gran inconveniente de este ataque es la inexistencia total de la amenaza terrestre. Un running back de los Lions lleva desde tiempos inmemoriables sin superar en un encuentro la barrera de las 100 yardas, algo completamente inadmisible en un equipo de la NFL. Para terminar con esta maldición la gerencia ha apostado fuerte y se ha hecho con los servicios de dos corredores que deberían dar un salto de calidad cuantitativo a la posición. El veterano Blount y el rookie Kerryon Johnson tratarán de impulsar de una vez por todas el juego por tierra.

La defensa me genera una gran cantidad de dudas y no me queda más que confiar en lo que Patricia pueda sacar de los jugadores con los que cuenta. Creo que tienen un grave problemas en el pass rush ya que más allá de Ziggy Ansah, quien además nunca ha terminado de convencerme, no hay nada. Encontramos también muy poco talento en la unidad de linebackers donde se hace totalmente imprescindible que el jugador de segundo año Jarrad Davis demuestre que de verdad valía una primera ronda del draft. Lo mejor de la defensiva se encuentra atrás. La secundaria me gusta bastante y la labor que hacen los Darius Slay, Nevin Lawson y Glober Quinn es más que destacable si tenemos en cuenta la poca ayuda que reciben del front seven. En definitiva, Patricia va a tener que inventarse algo si quiera hacer que su defensa sea competitiva.

MINNESOTA VIKINGS

Uno de los grandes favoritos de la conferencia. Los Vikings se quedarón en 2017 a un último empujón de luchar por el Trofeo Vince Lombardi y durante esta offseason se han reforzado tanto en ataque como en defensa con la vista puesta en dar ese paso definitivo que les falta para hacerse con el anillo de campeón. Un proyecto en el que Mike Zimmer lleva trabajando cuatro años de manera excepcional y que en este 2018 tendrá una importante oportunidad de ver refrendada su labor.

Xavier Rhodes

De la defensa poco podemos decir que ya no se sepa. Probablemente la más completa linea por linea. No hay ninguna unidad que no cuente con un jugador top de la liga en su respectiva posición y tienen también a favor el hecho de llevar jugando todos juntos varias temporadas, lo que hace que se conozcan el sistema de Zimmer a la perfección. La linea defensiva da auténtico pavor solo de imaginarla: Hunter, Joseph, Richardson y Griffen están preparados para atormentar las lineas ofensivas rivales. La pareja interior de linebackers formada por Barr y Kendricks posiblemente sea la más polivalente y con mayor calidad de toda la competición. Y a una secundaría que ya era capaz de secar hasta el mejor cuerpo de receptores gracias a Rhodes, Smith y Waynes, se les ha unido la inestimable ayuda de dos jugones como Iloka y el rookie Mike Hughes. Solo nos queda disfrutar de esta mágnifica defensiva. Suerte a los ataques que osen desafiarla.

En la ofensiva encontramos dos cambios sustanciales respecto al año pasado. El más importante es la incorporación de Kirk Cousins en la posición de QB. Cousins llega para ser el quarterback franquicia durante los próximos años y a priori es un upgrade respecto a lo que había el año pasado. El mariscal, a diferencia de lo que le ocurriera en Redskins, tendrá a su favor no ser la primera punta de lanza del ataque, por lo que el jugar con menos presión que en la capital le puede favorecer para encontrar la consistencia que siempre le ha faltado. El otro gran cambio es la vuelta, o más bien la llegada, del que iba a ser el running back uno ya la campaña pasada. Dalvin Cook quiere sumarse a la larga lista de corredores jovenes que está asombrando al mundo entero y el ex de la Universidad de Florida State mejora considerablemente el backfield respecto a 2017. Como amenazas aéreas nos encontramos a la gran dupla formada por Stefon Diggs, quien está preparado para alcanzar el mayor nivel entre los receptores de la liga, y por Adam Thielen. Además, siguen contando con el más que efciente ala cerrada Kyle Rudolph. Como habíamos dicho, posiblemente el equipo más completo de la actualidad.

Por Stéfano Prieto

@Stefano_USA

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