La Sur de la Americana ha tomado una enjundia que hace poco tiempo parecía imposible. En 2017 ya logró meter dos de sus equipos en la postemporada y este año se espera una lucha preciosa para hacerse con el campeonato divisional.

INDIANAPOLIS COLTS

Los Colts empezarón el receso casi con el mismo mal pie con el que terminaron la última Regular Season. Cuando la llegada de Josh McDaniels como entrenador principal ya era un hecho, este se hecho para atrás justo antes de firmar dejando a la franquicia con una mano delante y otra detrás. No obstante, la reacción desde los despachos fue rápida y efectiva haciéndose con los servicios de Frank Reich, uno de los culpables de la asombrosa aparición de Carson Wentz en esta liga.

TY Hilton

Sin embargo, toda llegada de un nuevo head coach estaba condicionada por la vuelta a los emparrillados de la estrella del equipo, Andre Luck. El quarterback lleva más de dos años alejado de los terrenos de juego y las noticias que circulaban alrededor de él no eran nada halagüeñas. Sin embargo y casi ante todo pronóstico, Luck ha vuelto a ponerse el uniforme de los Indianapolis ya durante la preseason y nos ha enseñado que está preparado para volver. Esto cambia casi por completo el futuro próximo de la franquicia, ya que a pesar de que en el roster sigue faltando mucho talento, el simple hecho de tener a la estrella en el campo hace que al menos el ataque pueda dar un susto a caulquiera cada domingo. Uno de los principales problemas de Luck en estos Colts ha sido la escasa protección con la que ha contado, por lo que en el pasado draft se invirtió mucho en esta faceta gastando dos primeras rondas en dos jugadores, incluido el guard estrella dl college Quenton Nelson. En el apartado de receptores el mariscal volverá a contar con la inestimbale ayuda de TY Hilton, un receptor top para mi gusto bastante infravalorado. Cierto es que después de él encontramos la nada misma. Debemos recurrir a la unidad de tight ends para encontrar otras dos armas que puedan paliar el vacío que existe en el cuerpo de receptores. Aquí es donde aparecen Jack Doyle y Eric Ebron. Respecto al juego terrestre parte con ventaja el sophomore Marlon Mack, pero las elecciones en el último draft de dos jugadores como Nyheim Hines y Jordan Wilkins dejan entrever que habrá una dura pugna por hacerse con el puesto de titular.

La defensa es la definición exacta de solar. Aquí si que no hay donde rascar. Destaca por incoparecencia del resto el nombre del safety Malik Hooker, jugador de segundo año que mostró muy buenas maneras en 2017 pero que necesitará encontrar algo de ayuda a su alrededor si pretende seguir creciendo. Podemos hablar también de los rookies Kemoko Turay, Tyquan Lewis (ambos defensive ends) y Darius Leonard, todos ellos elegidos en la segunda ronda. No obstante, me parece muy precipitado pretender que sean tres rookies, quienes además no llegan con un enorme cartel desde el college, los que te levante la defensa. Difícil tarea la que tiene el coordinador Matt Eberflus.

HOUSTON TEXANS

En 2017 los Texans vivieron dos fases claramente distinguibles: el antes y el después de la lesión de Deshaun Watson. Además del QB, hubo más jugadores claves que fueron cayendo, lo que hizo que la temporada pasada se convirtiera en auténtico calvario para el equipo tejano. Este 2018 vuelven todos con la ilusión renovada y si recuperan la versión y el nivel al que jugaron durante la primera mitad de la última campaña el equipo de Houston será peligrosísimo.

En la coordinación de la defensa vuelve Romeo Crennel, lo que para mí significa un acierto, ya que este grupo cuando más y mejor ha funcionado es bajo los mandos del veterano entrenador. Jadeveon Clowney se ha convertido por fin, ayudado por la reiteradas lesiones de JJ Watt, en el alma de esta defensiva. El crecimiento del Clowney como jugador ha sido exponencial durante las dos últimas temporadas y si sigue progresando puede instalarse en el top de jugadores defensivos de la liga. No obstante, será imprescindible en el devenir de la defensa que tanto el nombrado Watt como Whitney Mercilus recuperen la mejor de sus versiones o al menos una muy similar. Con estos tres nombers y con el linebacker de segundo año Zach Cunningham el front seven está servido. En la secundaria, aunque no aparece ningún hombre de primera linea, encontramos buenos nombres que ya estaban como Johnatahn Joseph, Kareem Jackson y Kevin Johnson, a los que además se unen tres muy buenos jugadores como Aaron Colvin, el rookie Justin Reid y Tyrann Mathieu que permitiran subir un par de peldaños el nivel de juego de la unidad. A reseñar este último nombre, ya que si el safety recupera ese nivel que le llevó a luchar por el premio a mejor jugador defensivo de la liga, la unidad puede situarse entre las mejores de la Conferencia.

Bill O’Brien después de dar mil vueltas al fin encontró el QB en el que cimentar su ataque. Cuando más en la cuerda floja estaba el head coach Watson le llegó como un regalo caido del cielo. El ex de Clemson literalmente la rompió el 2017 mientras se mantuvo sano. Iba disparado a completar la mejor temporada de la historia para un mariscal novato, con unos números de otra galaxia. Watson permitió pelear partidos contra equipos de primerísimo nível y al igual que ya demostró en la universidad nada ni nadie logró que se amedentrara. La duda está en ver si se ha recuperado al 100% y sobretodo si las defensas profesionales le han pillado ya la matricula. Que nadie se eche las manos a la cabeza si sus estadísticas bajan en casi todos los apartados, es literalmente imposible mantener las cifras del año pasado. Personalmente tengo la confianza de ver a un Watson asentándose como gran QB de esta liga, aunque para ello deba solventar la piedra de toque que significa contar con una de las peores lineas ofensivas de la NFL. Sin duda la OL es la peor unidad de la franquicia y solo la movilidad de Watson ayudará a paliar sus deficiencias. Eso sí, el mariscal volverá a contar con los servicios de un receptor élite como es DeAndre Hopkins, jugador que te puede bajar prácticamente cualquier pase que le lances. Además, también regresa de su lesión Will Fuller a quien se le vio muy cómodo con Watson. En el backfield se continuará confiando en Lamar Miller a expensas de ver si D’Onta Foreman puede reincorporarse al grupo avanzada la temporada una vez se haya recuperado de su lesión en el talón de aquiles.

TENNESSEE TITANS

En 2017 los Titans al fin lograron jugar en enero después de mucho tiempo, hecho que no permitió que Mularkey conservará su puesto de entrenador principal después de que no fuera capaz de sacar jugo a una plantilla que ya venía contando con un gran talento. Le sustituye Mike Vrabel, llegada que me sorprendió bastante cuando se anunció. Tengo la sensación que Vrabel no tiene todo lo que se necesita para ser head coach en la NFL, por lo menos de momento. Veremos si el tiempo me demuestra que estoy totalmente equivocado. Ojalá, por el bien de los Titans.

Derrick Henry

Tennesse cuenta para mi gusto con una de las plantillas de mayor calidad de toda la conferencia, ahora solo deben demostralo dentro del campo, tarea harto complicada. El ataque libra por libra es de lo mejor que nos podemos encontrar y no hay lagunas en ninguna de las posiciones. No obstante, todo dependerá de que Marcus Mariota dé el saltó definitivo que se lleva esperando desde que aterrizara en la liga allá por 2015. Tengo para mi que con Mariota se está teiendo mucha más paciencia que con otros quarterback jóvenes y personalmente creo que el año pasado dio un par de pasos hacia atrás. Veremos si el nuevo staff logra enderezarle y termina sacando lo mejor de este talentoso jugador. La linea ofensiva será nuevamente un espectáculo sobretodo cuando la veamos abir puertas ya sea para Derrick Henry o Dion Lewis, una de las duplas más complementarias de la competición. Para recibir pases Mariota contará con la ayuda de Rishard Matthews, Taywan Taylor y un jugador que debe explotar en 2018, el receptor Corey Davis, quien nos debe ensañar todo lo que nos mostró durante su etapa colegial. Además, contarán un año más con uno de los tight ends más solventes de la actualidad, Delanie Walker, un auténtica vía de escapa para Mariota.

La defensiva se ha reforzado considerablemente tanto vía draft como en la agencia libre, donde llegó un Malcom Butler desahuciado en New England para terminar de completar una secundaria más que competente, en la que ya encontrábamos nombres como Kevin Byard, una de las revelaciones de 2017, Logan Ryan y Adoree Jackson. Para reforzar el pass rush exterior, una de las deficincias hasta ahora, se hicieron en la selección colegial con Harold Landry en segunda ronda, uno de mis jugadores favoritos. Por dentro la linea está bien formada con Bennie Logan a la cabeza y secundado por Jurrell Casey. Además, por detrás de ellos se situará el rookie Rashaan Evans, un jugadorazo que aportará desde el primer día una vez que supere los problemas físicos con los que ha llegado al inicio de temporada.

JACKSONVILLE JAGUARS

Para muchos, los grandes rivales de New England en la Conferenia Americana. Para mí, los los principales candidatos a pegarse un tremendo batacazo. Todos sabemos que nunca, pero nunca, los mismos equipos que han llegado un año a playoffs vuelven a repetir a la temporada siguiente y que esta competición se reinventa temporada tras temporada. Bien. No digo que los Jaguars no tenga equipo para llegar lejos, ni mucho menos, porque calidad tienen y de sobra, sobretodo en defensa, pero será necesario que tengan los pies en la tierra y que muestren humildad ya que solo han tenido una buena temporada después de mucho tiempo deambulando por lo más profundo de la liga.

Calais Campbell

De la defensa no tengo ninguna duda, al contario, son el principal referente para conducir a los de Florida hasta lo más lejos posible. Y ya sabemos todos que son las defensas las que terminan ganando camepeonatos. El front seven titular sigue al completo, o lo que es lo mismo, seguirmos disfrutando de Sacksonville. Calais Campbell es lo mejor que nos podemos encontrar defensivamente hablando desde hace años y además está más que bien secundado por los Ngakoue, Fowler, Malik Jackson y compañía. Además se han reforzado eligiendo con su primer pick del draft al novato Taven Brayan. Por detrás encontramos a una pareja de linebackers totalmente asentada como la formada por Telvin Smith y Myles Jack. Y de la secundaria ya ni hablamos. Un terror para cualquier quarterback enfrentarse al mejor duo de cornerbacks de la liga. Ramsey y Bouye logran borrar a cualquier grupo de receptores casí por sí solos.

Las interrogantes están puestas en el ataque. El año pasado fue todo rodado y los partidos los ponía en bandeja la defensa y los remataba el juego terrestre. Está por ver aún de lo que son capaces de hacer cuando vengan mal dadas y tengan que recurrir a Blake Bortles. El quarterback, quien parece haberse asentado en el puesto, sigue sin convencer a la parroquia y estoy convencido que en cuanto encadene dos malas actuaciones le van a llover los palos. Ese será el veradero momento de la verad para este equipo. Además, aunque Leo Fournette tuvo una gran aparición en su año novato, no creo que este al nivel de otros running backs jóvenes como Gurley, Zeke o Johnson. No es una amenaza saliendo desde el backfield a recibir, algo totalmente indispensable en los tiempos que corren. Ha llegado para cubir la posición de ala cerrada Seferian-Jenkins, una buena adquisición que de alguna forma complementa una unidad de receptores algo corta, a la que le falta la figura de un wide receiver número uno. Keelan Cole, Dede Westbrook y el rookie DJ Chark son buenos jugadores pero ninguno está preparado como para enfrentarse a un coner élite.

Por Stéfano Prieto

@Stefano_USA

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